El uruguayo Juan Obelar siente que a sus 36 años pudo darle más al fútbol, pero en 2013 un accidente en su casa, en el que perdió cuatro dedos de su mano izquierda, le marcó su vida.
El arquero que dejó su huella en el Marathón estuvo cerca de vestir la camisa de la Selección de Honduras y luego convertirse en entrenador de porteros.
En el presente es asistente técnico y preparador de arqueros con un equipo de jugadores que están como agentes libres, y también posee una escuela de niños donde forma a los futuros porteros del balompié charrúa, pero su amor por el Monstruo sigue intacto aunque se fue hace siete años.
“Lo del accidente fue algo que me movió todo, me cambió los planes que tenía; entre ellos, la posibilidad de regresar al Marathón”, relató el exarquero verdolaga y ganador de tres campeonatos en la Liga Nacional.
Y agregó: “Mi deseo era cuando me retirara ser entrenador de arqueros y nunca ser DT. Luego del accidente me cambió y ahora lo que más quiero es ser entrenador”.
En la actualidad, Juan Obelar entrena a los futuros porteros del balompié charrúa.
|
“Viví muchas cosas, por eso tanto yo como mi familia sentimos que Honduras es nuestra casa. Mi deseo es poder dirigir en algún momento al Marathón. A mediados de mayo del próximo año me recibo de técnico; después de ahí, Dios dirá”, destacó.
A Obelar le resulta increíble creer el momento difícil que vive Marathón en sus arcas económicas. “Sin estar ahí sigo al equipo. Me da la impresión que al contratar siete o nueve jugadores por temporada y no mantener una base no es bueno; el cambiar de entrenador cada seis meses tampoco lo es”, mencionó.
Y continuó: “Marathón tiene que buscar una estabilidad. En la época que me tocó estar contrataba tres o cuatro jugadores por temporada; ahí está la diferencia. Al final, el aficionado es el que sufre por la sequía de títulos, por eso hoy el haber mantenido al técnico es muy importate”.
Juan Obelar se retiró del fútbol en 2013.
|
Antes de despedirse le mandó un mensaje a la hincha verde: “Se tiene que hacer sentir de local, así se empiezan los triunfos. Que el estadio Yankel sea el lugar más difícil para los rivales”.