Álvaro Arbeloa disputó el último partido de su carrera con el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, en la victoria (3-2) ante el Valencia, donde vivió momentos imborrables en una despedida como un grande, ganador de todos los títulos de club posible, en un baño de masas del madridismo que premia la profesionalidad, entrega y haberse convertido en la voz de la afición.
Era el minuto 63 cuando saltó a calentar y sintió que le esperaba uno de los momentos más especiales de una carrera con grandes imágenes para el recuerdo en la conquista de todos los títulos que puede ganar un futbolista. Dos Ligas, una Copa de Europa, Mundial de Clubes, Supercopas de España y Europa. Su historial refleja el éxito de su carrera en el Real Madrid, donde siempre fue hombre de equipo.
Kiko Casilla, Sergio Ramos y Casemiro muestran su cariño a Arbeloa. Foto Agencia
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Andaba el ambiente festivo, como si fuera un homenaje y no un partido oficial desde que en el minuto 79, cuando Arbeloa entró al campo en lugar de Cristiano Ronaldo. Todos regresaron a la realidad con un golazo de André Gomes, el 3-2. El empate del Valencia daba el título de Liga al Barcelona con el Atlético de Madrid perdiendo ante el Levante. Durante minutos regresó la tensión.
Pitó el final el colegiado y lo primero que hizo Arbeloa fue dirigirse a uno de los mejores el partido, Kiko Casillas, que sustituía al lesionado Keylor Navas y brilló con paradas milagrosas. Álvaro le hizo gestos de admiración, los mismos que no se cansó de dedicar a la grada del Bernabéu. Sentía que era el final de la etapa más bonita de su carrera cuando le fueron abrazando con emoción sus compañeros y algunos rivales.
Arbeloa dijo adiós a la afición en el Santiago Bernabéu. Foto Agencia
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Llorando entró a los vestuarios mientras escuchaba un cántico que se repetirá desde ahora en su ausencia: 'Arbeloa, Álvaro Arbeloa, Arbeloa'. No era el final. Unos 3.000 aficionados bajaron al fondo sur y no cesaron de cantar hasta que el defensa volvió a salir ya con el estadio vacío. Era un momento familiar, con sus hermanos grabando para la posteridad con sus móviles, sus hijos y sobrinos correteando por el césped del Bernabéu. Nunca le costó tanto marcharse de un terreno de juego.
Arbeloa quedó sin camiseta y sin tacos en su despedida. Foto Agencia
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Era el cierre del telón a una temporada de altibajos del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Nunca hubo identificación de la afición madridista con el proyecto de Rafa Benítez y la ilusión regresó con Zinedine Zidane. Se mantiene en el pulso por la Liga hasta el último capítulo y sobre todo en la búsqueda de la Undécima Copa de Europa en Milán. Será el último día en la plantilla de Arbeloa, despedido como un grande, que se marcha a un club europeo la próxima temporada antes de cumplir su deseo de retirarse en Estados Unidos.
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