San Pedro Sula, Honduras.
Hace dos años (1 de septiembre de 2013), Luis “Buba López cumplía uno de sus anhelos: debutar profesionalmente en el marco del equipo de sus amores, Real España. Ahora, 791 días después no solo ha logrado consolidarse en la cabaña de la Máquina sino que está a punto de probarse como titular en la meta de la Selección Nacional de Hondurass
El camino no ha resultado fácil para este arquero de 21 años. De hecho, tragó amargo cuando a los 19, siendo portero de la Sub-20 hondureña quedó al margen del Premundial rumbo a Turquía en el propio estadio Morazán. A pesar de todo, “Buba” siempre tuvo la convicción de que “el día que le prestaran el marco, no lo devolvería”.
El tiempo parece haberle llegado y si este viernes Jorge Luis Pinto decide alinearlo en el equipo inicial contra Venezuela, se convertirá en el arquero más joven en debutar con la casaca del combinado catracho, destronando a Noel Valladares, quien lo hizo a los 23 años en el empate 2-2 entre Honduras y Rumania.
FIEL A SUS ORÍGENES
Luis López Ramírez, su padre, descubrió los dotes de su hijo a través de la fama que se ganó en las “potras” entre vecinos. “Desde entonces lo apoyé”, cuenta.
Luego de sus pininos en la Escuela Rosa Rusell y en el Colegio Copantl, Ricardo “Charly” Zúniga puso sus ojos en él, a partir de entonces comenzó la verdadera aventura para “Buba”. “El deseo de crecer y mejorar cada día siempre lo ha tenido. Es un autocrítico y está pendiente de los errores que comete. Incluso en los partidos se molesta cuando hace algo malo”, recuerda Zúniga.
“Un día me dijo: ‘yo sé que cuando me presten el marco no lo voy a devolver’. Hoy por hoy es el arquero con mayor proyección a nivel nacional y en Centroamérica”, agrega.
Otro que lo conoce bien es Erick Gallegos, quien lo formó en las Reservas del conjunto catedrático. “Él demuestra que tiene la capacidad para estar allí. Es un muchacho que trabaja duro, al que siempre le gusta superarse”, comenta.
Su crecimiento profesional es un ejemplo incluso para sus compañeros. “Es un jugador frío y eso le hace no demostrar su nerviosismo. Es un arquero técnico y muy rápido, revela Roberto “Pipo” López, guardameta de los aurinegros.
UN PASO ADELANTE
Aquel pequeño que se escapaba a escondidas para jugar, que ha crecido ante el escrutinio público tiene por delante un gran reto en la Selección Nacional. Fue parte de un Mundial (Brasil 2014), aunque no jugó y ahora espera con ansias el momento de mostrarse y confirmar que en un futuro próximo será el heredero del arco hondureño.
“Estoy orgulloso porque a su corta edad ha conseguido varios logros. Como padre y amigo siempre le digo que nunca pierda la humildad y que continúe trabajando”, dice su padre. Y añade: “Significa mucho para nosotros verlo allí. El sueño se está cumpliendo”.
Venezuela y Ecuador servirán para que su carrera tome otro nivel y su despegue sea definitivo.
