La Serie B de la Liga en Brasil fue testigo de una de las expulsiones más insólitas que han ocurrido en los últimos años en la historia del fútbol mundial.
Resulta que el jugador Paulão, defensa del Mogi Mirim, jugó el primer tiempo con la camiseta número 4 y entró a disputar el complemento con el dorsal número 3, una equivocación que al final le salió cara.
En la primera mitad había sido amonestado y en la segunda parte del choque al momento que el central se percató de la camiseta que andaba le volvió a sacar otra cartulina amarilla, expulsándolo por doble amonestación.
El jugador sostuvo que se equivocó de camisa, que se había quitado la suya en el entretiempo porque estaba sucia y luego se puso una nueva sin advertir el número pero no le sirvió de nada.
