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A Messi no le sienta la camiseta albiceleste

  • 04 julio 2015 /

El año que ganó todo con el Barcelona, Leo perdió su tercera final con Argentina y se despidió de la Copa América con un sólo gol, de penal, y una nueva actuación deslucida.

Santiago, Chile.

Otra temporada perfecta con el FC Barcelona, y con la selección argentina, otra decepción. Un apagado Lionel Messi dejó escapar otro título para la albiceleste, con la que nunca celebró.

Messi lidera la magnífica generación de futbolistas argentinos que busca quitarse la pesada cruz de 22 años sin títulos de la selección albiceleste, pero no pudo.

La derrota en penales 4-1 (0-0 en 120 minutos) se suma a la decepción de hace menos de un año, cuando Argentina cayó 1-0 ante Alemania en el partido cumbre de la pasada Copa del Mundo en el Maracaná de Rio de Janeiro.

Messi llegaba a Chile después de conquistarlo todo en Europa con el Barça y se espera ese mismo poder 'extraterrestre' en la Copa América.

Pero a Messi siendo Messi sólo le vio en un partido, el de la semifinal en la que Argentina aplastó 6-1 a Paraguay a punta de puro gol y fútbol ofensivo con los increíbles 'Cuatro Fantásticos'.

Este sábado hubo un cortocircuito en la sintonía con el 'Flaco' Javier Pastore y el 'Lio' director de orquesta estuvo ausente. A eso se le sumó que Ángel Di María se lesionó y el 'Kun' Sergio Agüero estaba abandonado adelante en el área.

Messi sólo fue Messi en el descuento del partido, con el capitán saliendo en velocidad desde la mitad del campo en una jugada de contragolpe, en la que dejó a uno, dos, tres zagueros y centró para Ezequiel Lavezzi, que a su vez jugó en profundidad para Gonzalo Hingauín, que no pudo rematar en el ángulo del arco.

DORMIDO

Dos, tres, cuatro zagueros, la orden era clara, neutralizar al astro argentino a como de lugar. Y encabezados por el 'Pitbull' Gary Medel no pudo estallar como se esperaba.

El primer tiempo no fue el esperado para Leo, estuvo apagado, miraba al suelo. Y el resto del equipo albiceleste tampoco brilló con Sergio Agüero casi aislado, que dejó la primera mitad con apenas tres jugadas de peligro y mucha, mucha defensa.

El capitán viene de una temporada fenomenal con el Barça y a nueve días del primer aniversario de la derrota en la final del Mundial-2014, la presión es mucha.

Entre los altos y bajos de Lionel Messi en la primera mitad, hubo algunos destellos de su talento, pero pocos y su socio, Javier Pastore tampoco estalló.

Algunas salidas rápidas, bonitos dribles encerrado en la jaula de defensores, una fuerte falta de Medel, que le dio un patadón cuando iba a desarmarlo, y fue amonestado.

El primer peligro lo puso Angel di María, con pase en profundidad de Leo Messi en los primeros minutos. El 'Fideo', que salió lesionado en el mismo primer tiempo, intentó pasar por Mauricio Isla y rematar, pero el balón fue desviado por encima del arco.

Unos 10 minutos después, Di María a Messi, que intentó invadir el área, pero fue cercado. El balón quedó para Pastore y también fue neutralizado.

Las jugadas de balón parado pusieron alguna fibra de peligro. En el minuto 20, Messi cobró al palo derecho de Bravo, que Agüero intentó finalizar en el área chica. Pero el capitán 'rojo' defendió de manera espectacular.

Otra a los 35, también cobrada por el capitán, que casi resultó en gol de Demichelis.

En los descuentos, antes del descanso, una jugada de peligro entre Pastore y Ezequiel Lavezzi (que entró por Di María), también defendida con clase por Bravo.

Sonó el silbato y al vestuario. La charla sería fuerte.

SIN DESPERTAR

Las palabras de Gerardo Martino no fueron efectivas, o por lo menos al principio. Argentina arrancó dormido y Messi ni tocó el balón en los primeros minutos. Martino sacó a Agüero por Gonzalo Higuaín y a Pastore por Ever Banega, dejando una vez más a Carlos Tévez en el papel de espectador.

Y si en el primero Messi estaba apagado, en el segundo apareció prácticamente nada. La primera cinco minutos antes de los 90 minutos, con un buen pase para un Lavezzi adelantado.

En la prórroga Messi siguió sin aparecer, con una jugada de pelota parada que terminó en nada. Y en la decisión por penales, su tiro fue impecable... Es Messi.

Higuaín falló y Bravo defendió el penal de Banega, y el resto es historia.

Messi, el de los cuatro balones de oro, sigue en deuda con la camiseta albiceleste y una vez más debe tragar fuerte. La camiseta albiceleste no le sienta como quisiera.