Iker Casillas no aguantó más y estalló. Objeto de numerosos silbidos por parte del público del estadio Santiago Bernabéu en el partido del Valencia, el capitán del Real Madrid respondió con un gesto de desaprobación.
El arquero blanco fue captado por las cámaras de Cuatro haciendo gestos de desaprobación a los aficionados que le estaba pitando después del 0-2 del Valencia. No solo era un sector, sino desde gran parte del estadio desde donde se escuchaban los pitos cada vez que el portero tocaba el balón.
'Ya está bien, a tomar por culo, qué pesados hostias, hasta los cojones ya. A la mie... ya', dijó el capitán levantando la mano con gesto muy serio en varias ocasiones. El portero no pudo hacer mucho más en ninguno de los dos goles del Valencia, pero el Bernabéu no pensaba lo mismo.
Muchos aficionados creían que el portero debió sacar el primer gol, un balón que llegó a tocar pero no pudo despejar. En el segundo le recriminaron que no saliera de su portería para evitar el cabezazo de Javi Fuego que terminó en gol.
Al final del partido, Iker Casillas se marchó directamente a los vestuarios sin despedirse de la afición, cuando antes, pese a las críticas, siempre agradecía a los hinchas merengues.
Twitter se llenó de mensajes de aficionados madridistas pidiendo el relevo de Casillas de la portería blanca.
Ancelotti le quiso apoyar en rueda de prensa y dijo que Casillas 'ha hecho un buen partido, como todo el equipo'. Pepe también defendió al capitán: '¿Los pitos a Casillas? Ganamos y perdemos todos'.