Iker Casillas pudo haber parado el penal a Carlos Bacca en el partido Sevilla-Real Madrid si el guardameta madridista le hubiese hecho caso a su compañero de equipo, el colombiano James Rodríguez.
Tal y como lo hizo Javier Mascherano en el choque de Campions League entre Barcelona y Manchester City en el Camp Nou, en el que el argentino le dijo a Marc-Andre Ter Stegen donde iba el penal de Sergio Agüero y que finalmente funcionó para el arquero alemán parara el lanzamiento.
El sábado se repitió la situación en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Sergio Ramos cometió una falta dentro del área y Bacca tomó el balón para cobrar la pena máxima. James indicaba a Iker Casillas al lado que debía de tirarse en el lanzamiento del penal de su compatriota.
Y es que James y Bacca se conocen bien de la selección colombiana, de ahí que el 10 blanco le mostrara a Iker el lado derecho, pero el portero español se decantó hacia el lado izquierdo y el balón se alojó al fondo de la red. Bacca lanzó hacia el lado que predijo Rodríguez.