Diego Maradona se dio el gusto y consiguió que Gimnasia y Esgrima de La Plata gane un partido como local después de siete meses en la Superliga argentina, en una tarde de domingo en la que celebró con euforia y sufrió una fuerte caída al borde del campo de juego.
Gimnasia, que lucha por no descender, consiguió tres puntos valiosos al superar por 2-1 a Central Córdoba de Santiago del Estero, rival directo en la tabla de los promedios, en la que el 'Lobo' continúa en el fondo pero ahora con menor distancia respecto de quienes están por encima.
La tarde en La Plata parecía traer nuevas decepciones para los hinchas del Giminasia, que venía de siete derrotas como local en la Superliga, en las que sólo había marcado un gol, y encima comenzaba casi de la peor manera, en desventaja desde los 12 minutos con gol del colombiano Joao Rodríguez para Central Córdoba.
Sin embargo, Gimnasia se recuperó en la segunda parte y dio vuelta la cuenta con un doblete de Nicolás Contín (51 y 76), para conseguir la primera victoria en su casa desde el 29 de abril de este año, y la cuarta en este torneo, con Maradona al frente del equipo.
DURA CAÍDA
Fiel a su estilo, Maradona siguió con atención el partido, reclamó airadamente al árbitro cada vez que entendió que debía sancionarse una falta para su equipo, y gritó con euforia el gol del empate parcial. Así fue la terrible caída de Maradona.
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Otro gol de Contín desató los festejos en La Plata y tras la victoria Maradona se arrodilló en el campo de juego y lloró como muestra de desahogo por un festejo que se hizo esperar varias fechas.
LÁGRIMAS DE DIEGO
Maradona rompió a llorar tras la victoria de su equipo. Foto EFE
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Como es habitual, antes del encuentro Maradona fue agasajado por los dirigentes del rival, que en esta ocasión le regalaron un bombo legüero, un instrumento musical propio de Santiago del Estero (norte), y una camiseta con su nombre, y además el DT de Gimnasia recibió la visita de Mauricio Pochettino, exentrenador de Tottenham de Inglaterra.