Tras la dolorosa derrota del Real España de 2-3 frente a la UPN, en la afición aurinegra tras el pitazo final le hizo sentir a los jugadores su malestar por la dura caída en casa en el juego desarrollado en el estadio Morazán.
Luego de que el cuerpo técnico y jugadores se marchaba al camerino, un grupo de aficionados del sector de Preferencia se dirigió hacia ellos y muy molestos les reclamó la oportunidad desaprovechada de poder subir al liderato.
Tras varias palabras, el defensor Wilfredo Barahona agarró valor y se fue donde la hinchada para tratar de calmarlos.
Fueron algunos minutos de queja pero al final el lateral pudo controlarlos y les prometió seguir trabajando para volver al primer lugar.