Distrito Federal, México.
Luego de la eliminación de México en semifinales de Copa Oro a manos de Jamaica, en la Federación Méxica de Fútbol han ratificado al entrenador colombiano Juan Carlos Osorio para que siga al frente de la Selección.
Guillermo Cantú, Secretario General de la Femexfut, ha salido al paso y ha descartado que vayan a sacar al estratega cafetero ya que diversos medios de aquel país lo dan como separado de la dirección técnica.
'El balance es bueno. Las cosas se mantienen igual, Osorio sigue firme, nos gusta sumar', declaró en una entrevista dada al periodista Rubén Rodríguez de la cadena internacional Fox Sports.
Por otra parte , el dirigente ha sorprendido y en un sector hasta enfadado ya que señaló que los cambios en cada alineación que hace el timonel lo ve como correcto.
'Las rotaciones llegaron para quedarse. Son necesarias', puntualizó de manera contundente por lo que ha dejado claro que no realizarán ningún cambio en el banquillo.
En 34 partidos, Juan Carlos Osorio sumó 24 triunfos, cinco empates y cinco derrotas; cuatro en torneos oficiales y una en un amistoso.
En la eliminatoria de la Concacaf rumbo a la Copa del Mundo Rusia 2018, Osorio navega en aguas tranquilas con 14 puntos de 18 posibles, en el primer lugar del hexagonal. Con doce puntos en juego tiene en la mano el pase mundialista.
Pero a un año del Mundial, las dudas surgen porque la selección mexicana no ha puesto de manifiesto un estilo ni una idea de juego y tras la caída en Pasadena no se sabe si el capitán del barco Tricolor seguirá siendo Osorio.
El colombiano, un estudioso del fútbol, cuenta con el apoyo de los directivos de la Federación Mexicana de Fútbol, el presidente Decio de María y el secretario general Guillermo Cantú, pero no tiene todas las simpatías de los presidentes de los equipos.
A tres meses de que cumpla dos años en el cargo y con el boleto a Rusia a punto de sellarse, los resultados del colombiano al frente del Tricolor en tres torneos oficiales son los que más pesan y han acelerado el debate en México sobre su continuidad en el banquillo, donde tendrá que soportar el temporal o esperar y ver cómo se hunde.
