Madrid, España.
El jugador umplirá 26 años el próximo julio,
debutó en el Envigado de su país, desde donde pasó al Banfield argentino y, desde allí, al Oporto de Portugal con el que conquistó la Europa League, tres Ligas y tres Supercopas de Portugal, además de una Copa.
Ésa, la final de la máxima competición europea ante la Juventus, podría ser la mejor de las despedidas para el delantero cafetero, en el caso de que se confirme su salida, junto con el título de Liga, para lo que el Real Madrid deberá ganar los dos partidos que le restan ante el Celta de Vigo y Málaga.
Las enormes expectativas despertadas por la llegada al Real Madrid del punta colombiano James Rodríguez se fueron diluyendo al modo del café cortado en sus altibajos de tres temporadas, y bien pudieron terminar ayer cuando se despidió efusivamente del Santiago Bernabéu en la victoria de 4-1 ante Sevilla.
El inmenso gol que James David Rodríguez Rubio (1991), James en los carteles, logró ante Uruguay en el Mundial de Brasil 2014 lo puso en el escaparate de las ambiciones galácticas del Real Madrid y llegó al club de Concha Espina procedente del Mónaco con la vitola de 'crack' que, al cabo de los años, no ha acabado de rematar.
Ese tanto, que le valió el honor de ser el único colombiano que ha ganado el premio Puskas al mejor gol de 2014, fue su mejor tarjeta de presentación para llegar a un Bernabéu abarrotado por la llegada de un nuevo ídolo que se declaraba admirador del mismo Zinedine Zidane con el que no ha acabado de encontrar su sitio.
Cuando anoche el Bernabéu se puso en pie para corresponder su aplauso a la grada al ser sustituido por Casemiro, James Rodríguez bien pudo escenificar el adiós a su periplo madridista, en el que ha alternado momentos de brillo y buen juego, con otros en los que su figura se ha apagado y entrando en fases de ostracismo.
Por ello, cuando James aplaudió a la afición cuando vio que el cuarto árbitro sacaba la tablilla con su número, su paseo desde el círculo central hasta la banda tuvo el inconfundible sabor de una despedida de una afición que le correspondió puesta en pie.
 James se despidió de la afición madridista en la victoria ante Sevilla.
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Tras un año en el Mónaco francés y ser una de las sensaciones del Mundial de Brasil, en el que con seis goles fue la Bota de Oro, firmó por el Real Madrid, club con el que, entre otros títulos, ha sido campeón de la 'Champions'.
 James no ha contado con la confianza total de Zidane. FOTO EFE.
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