El centrocampista del Chapecoense FC, Moisés Ribeiro Santos, aseguró que sus compañeros fallecidos tras el trágico accidente aéreo en Colombia fueron 'asesinados'.
Así de fuertes fueron sus declaraciones al diario inglés Daily Mail en su edición online, quien culpó completamente al piloto del avión, Miguel Quiroga, de la tragedia ocurrida el pasado lunes y que dejó un saldo de 71 víctimas mortales y seis sobrevivientes.
'Eso no fue un accidente, ha destruido muchas familias y toda la ciudad de Chapecó', dijo el devastado jugador quien no hizo el viaje para disputar la ida de la final de la Copa Sudamericana debido a una lesión. 'Recuperar todo lo que estábamos viviendo llevará mucho tiempo', aseguró.
Moisés Ribeiro Santos culpó al piloto del avión Miguel Quiroga por el accidente.
|
Luego hizo la asombrosa afirmación: 'Mis amigos fueron asesinados, eso no fue un accidente'.
Ribeiro Santos manifestó que 'el club volverá a levantarse. Pero pasarán años y años y nunca habrá un equipo como este Chapecoense que conquistó el mundo. Él (el piloto) destruyó todo eso. Toda esta buena voluntad, y los tributos que están sucediendo en todo el mundo, nadie y nada podrán devolverlos'.
Los jugadores que no fueron tomados en cuenta para viajar, durante el homenaje a sus compañeros.
|
'Cuando Danilo salvó esa pelota hizo feliz a todos, a todos los aficionados y familias. No se puede culpar a la pelota. El único culpable en esto es el piloto, nada ni nadie más. Esa pelota no tiene nada que ver con lo que pasó con mis amigos', dijo de manera contundente.
Moisés, que comenzó su carrera futbolística en 2012, dijo que aunque estaba entusiasmado de que su equipo llegara a la final y el mayor partido de la historia del club, había sentido 'angustia' por no poder jugar con ellos.
El plantel del Chapecoense antes de realizar el viaje a Colombia.
|
Algunas grabaciones del piloto, que también falleció en el accidente, dieron a conocer que advirtió a la torre de control del Aereopuerto de Medellín que su avión tenía un 'fallo eléctrico total' y 'falta de combustible', justo cuando le habían pedido esperar su turno para aterrizar por el tránsito aéreo.
Al final la respuesta al piloto de 36 años fue muy tarde y ya no logró llegar a la pista, que se encontraba a tan solo 13 kilómetros de distancia.