En cuanto a la versión de los conductores, el chofer del autobús particular, identificado por las placas HBJ 4856, afirmó que llevaba pasajeros rumbo a una iglesia y que fue impactado por el autobús de ruta urbana, provocando el vuelco.
Allí, entre la balacera y la muerte alcanzando a tres hondureños, una menor de edad sobrevivió a pesar de ser herida de bala en uno de sus pies y librar la ráfaga de disparos de los criminales.