Tienes razón de querer que estén juntos, pues son tus padres y los quieres. Pero si lo han decidido, debes aceptarlo. Ellos seguirán queriéndote y protegiéndote aunque estén separados.
Háblales y diles cómo te sientes, ellos podrán explicarte las cosas. Poco a poco empezarás a sentirte mejor. Practica algún deporte para que te distraigas.