El asunto es que yo le gusto, yo soy “open mind” (mente abierta) y le dije que a lo mejor le gustó cómo lo traté, mi forma de ser o qué se yo y que no tocáramos el tema. Pero volvimos a platicarlo y le dije, “¿Qué quieres de mí? ¿Quieres un beso? “Te lo doy y ya le paras con esto”, pero él dijo que estaba mal, y repetía lo mismo.
Lo peor es que es homofóbico, por lo que me hizo pensar que su familia es la culpable de oprimir la sexualidad de su hijo por medio de la religión; su mamá es testigo de Jehová y tiene a todos sus hijos en cintura, tanto que a mi compañero lo obligó a casarse con una señora de 30 años teniendo él 15 y ahora está divorciado y ya tiene otra pareja.
Quisiera que me ayudara para ver cómo le aconsejo, lo apoyo con su sexualidad, ¿lo llevo a una disco gay o a un psicólogo?
Rocker, 23 años, empleado
Respuesta
Dices que eres “open mind”. Bien por ti, pero no tienes que resolver la vida de tu amigo. Esa es su responsabilidad y tiene que tomar sus propias decisiones. Aquí lo que requieres revisar es a qué se debe que te hayas hecho tan amigo de este muchacho y a qué se debe que pretendas resolverle la vida, lo cual no puedes hacer. Parece que a él le resultas atractivo, pero él a ti no. ¿Entonces?
Más que ayudarle lo confundes si tiene dudas sobre su posible homosexualidad. Puedes sugerirle que acuda a recibir apoyo psicológico para que acomode, acepte o descubra su realidad, pero no puedes llevarlo, si acaso acompañarlo si te lo pide.
¿Captas? Recuerda que eres su amigo, no su papá. Y está bien que quieras ayudar a un amigo, pero tienes que ser realista. Solo puedes ayudar si él quiere ser ayudado, pero si no quiere, él seguirá enredado en sus dudas.
