Hija hipnotizada por su tablet

'Su vicio se ha vuelto tal que incluso ni come bien por estar ahí, y si se la quito o la regaño se enoja y hace berrinche', le explica esta madre angustiada a la Tía Remedios.

  • 17 abr 2016

Hola, Tía Remedios, me dirijo a ti porque la verdad estoy desesperada. Leo tu sección y me gusta la forma en que de manera directa brindas tus consejos.

Mi caso es el siguiente: como obsequio de Navidad, mi esposo y yo le regalamos una de esas tablets a nuestra hija de 10 años y desde entonces se ha enviciado mucho viendo esa cochinada, se queda durante varias horas y ya no sé qué hacer porque es excesivo el tiempo y la atención que le presta.

Su vicio se ha vuelto tal que incluso ni come bien por estar ahí, y si se la quito o la regaño se enoja y hace berrinche.

Quisiera que me dieras un consejo de qué debo hacer con ella, porque no me gustaría que se enviciara con ese aparato así como he visto a otros adultos bien metidos con ese dispositivo o con los mentados celulares.
Ojalá me puedas ayudar, muchas gracias de antemano.
Margarita, 42 años.

Respuesta
¡Hooola!, querida Margarita. ¿Quién es la que tiene el poder en esa relación?, ¿tú o tu hija? En primer lugar, no tendrías para qué haberle regalado una tablet a la niña, no aporta nada útil en este momento de su vida. Y te comportas como si tuvieras que pedirle permiso a tu hija para darle una instrucción disciplinaria.

¿No quieres que se envicie con el aparatito? Tira la tablet o véndela o dónala. Estás a tiempo para imponer tus normas.

Si no eres capaz de ponerle límites a la niña (como que la use sólo una hora al día y cumplírselo a pesar de sus enojos o berrinches), pues no tiene que haber ese aparato en la casa.

Y por puro metiche que soy, ¿de quién fue la gran idea de regalarle el aparatito sin fijar las reglas antes?

Y, peor aún, ¿por qué no te sientes con la autoridad de poner límites? La mamá eres tú, no tu hija. La hija es hija y debe tener límites.