El amor flota en 4G en esta nueva era

Las parejas de hoy buscan pareja y se enamoran cada vez más por redes sociales y “apps”

  • 01 sep 2017

La tecnología logra hacernos la vida más fácil, incluyendo la amorosa, y en plena era digital, millones de personas siguen buscándose entre sí…, pero ahora para encontrarse les basta con tener el “smartphone” siempre a mano.

Los tiempos cambian y la sociedad se adapta a ellos, pero las necesidades humanas siguen siendo las mismas, entre ellas, la de relacionarse como seres sociales que somos…, pero gracias a la revolución tecnológica y a sus avances ahora hay muchas más formas de lograrlo. Y es que, a pesar de toda la estigmatización en torno a las nuevas tecnologías, para los expertos no hay por qué alarmarse tanto: “Son nuevas vías de comunicación con sus propios códigos y podemos manejarlos mejor”, comenta en entrevista el sexólogo Luis Tejedor, que acaba de sacar a la venta “El pequeño libro de la seducción”.

El título corresponde a un manual que busca ayudar a “entender y conseguir dominar con equilibrio las tres necesidades de hombres y mujeres, de cualquier orientación sexual”, y que, entre otros muchos temas, habla de las redes sociales y las nuevas tecnologías a la hora de relacionarse.

Para la psicóloga Nuria Jorba, experta en sexología y autora del libro “Sexo gourmet”, estas opciones digitales “son una fuente muy interesante de conocer gente y permiten llegar a personas que, de otro modo, no se conocerían. Así como facilitan la opción de conectar con ellas simplemente a través de un clic”, aunque añade que “todo depende de cómo se usen”.

“Usualmente, la gente las utiliza como una optimización del tiempo”, explica Luis Tejedor, quien añade que “todo lo que no implique un abuso de estas aplicaciones es razonable”.

Ventajas y riesgos. El uso abusivo o descontrolado de estas aplicaciones no es la única desventaja que conllevan, conforme a los expertos, también existe la posibilidad de engaños por parte de terceros, perfiles falsos o los propios autoengaños y las falsas expectativas.

“Creo que pecamos de proyectar una imagen que no es representativa ni fidedigna de nosotros mismos. Todos salimos estupendos, guapísimos, divertidísimos…”, explica Luis Tejedor, quien considera que “algunos se toman muy poco tiempo en enseñar unos atractivos reales que sería justo mostrarse”.

Nuria Jorba cree que esta nueva forma de relacionarse “promueve en parte una baja implicación, un guiarse simplemente por el físico.