Complejos sexuales más comunes de hombres y mujeres

La falta de comunicación o confianza limita el desempeño sexual

  • 09 jun 2017

Los complejos sexuales son uno de los mayores asesinos de la pasión entre una pareja, pues bloquean la psique a modo de que uno mismo es el enemigo, y es común que le pase a mujeres tanto como a hombres, pues son una representaciones de nuestros peores miedos.

Son muchos los consejos que hoy existen en torno al sexo y a cómo tener una sexualidad más placentera, pero ¿qué ocurre cuando son las personas por sí mismas su principal obstáculo para tener una sexualidad plena?

Cuando una mujer está insegura de su peso es posible que todo lo vea como un problema, o si no está cómoda con su cuerpo, no estará al 100% cómoda, por ejemplo.


El peso. los senos y estrías las acompleja, quieren verse sexis para su galán siempre.


ELLAS
– Tener pechos o trasero pequeños, asi como panza o estrías. Es común que las chicas crean que sus atributos no son justamente lo que el hombre esperaba.

– Por pensar en que el hombre crea que ella es fácil, las mujeres no se animan a confesar sus fantasías sexuales, por ello a veces no disfrutan de las relaciones íntimas.

– Es muy común que las mujeres finjan orgasmos para no hacer sentir mal a su pareja, pero no implica que se sientan bien al respecto, es un complejo.

El no tener un buen rendimiento sexual con su amada es una de sus preocupaciones.

ELLOS
– El Gatillazo. No es disfunción eréctil, sino pérdidas de la erección, de pronto pueden estar muy excitados y a punto de la penetración, pero se ponen el condón y el pene pierde la erección o ya aún en la copulación, el pene no responde a los impulsos de él.

– No saber. Un complejo muy común es que ellos sienten el peso de llevar las relaciones en sus hombros, por lo cual se ponen nerviosos si es que no tienen mucha experiencia o si la mujer les representa algo muy especial.

- ¿El tamaño importa? Más allá de que dé o no placer sexual, los hombres se acomplejan mucho cuando su miembro no es tan grande como lo dictan los cánones de virilidad, lo que se puede convertir en un problema que acarree otros en su relación de pareja o sexualidad.