¿Tienes antecedente de cáncer en la familia?

La prevención es clave, expertos explican las razones y qué medidas tomar.

  • 18 oct 2015

Redacción. Tener un familiar directo que padece cáncer hace que aumenten las posibilidades de los descendientes de sufrirlo, de ahí la importancia de la prevención, que es la principal herramienta para detectar a tiempo el cáncer de mama, próstata y colon.

“Cuando la mujer tiene historial familiar de cáncer de mama hay tres veces más probabilidades de padecerlo y se recomienda hacer el estudio 10 años antes de que la mamá o hermana lo padecieron; si fue a los 40, empezar desde los 30 a hacerse una ecografía de la mama una vez al año y a partir de los 40 incluir la mamografía”, explica José el oncólogo Luis González Vega.

En el caso de los varones, lo más probable es que un papá de 70 años o más va a padecer cáncer de próstata y se pide a los familiares directos el examen de antígeno prostático para descartar la enfermedad

Sonia Flores Moreno, cirujana oncóloga con especialidad en glándula mamaria, explica que cuando en la familia existen antecedentes de este cáncer, primero se tiene que definir si es de primera línea, como madre, hermana o hija, lo cual las ubica como pacientes de alto riesgo con una probabilidad 2 a 3 veces mayor de desarrollarlo en comparación con el resto de la población.

El cáncer de mama familiar es cuando más de dos lo padecen; por ejemplo, si la mamá y una hermana de esta lo tuvieron casi a la misma edad, las hijas de ambas tienen más probabilidades.

Si tenemos un familiar con cáncer de mama menor de 40 años o bilateral o más de dos familiares con cáncer de mama, hay que revisar con el oncólogo si es necesario que toda la familia sea tratada por un genetista, para determinar si es cáncer hereditario o familiar.

González Vega agrega que si en la familia hay alguien con cáncer de colon se debe practicar la colonoscopia una vez cada 10 años; si se presentó a los 50, los hijos deben empezar a los 40 y aunque es difícil de realizar porque implica ver a través de un aparato en el interior del intestino, además de ser costoso, resulta la única manera de encontrarlo a tiempo.

“El cáncer de ovario, próstata, endometrio y colon también son hereditarios”, señala Flores Moreno. “El 85% de estos se presentan como esporádicos; sin embargo, la única manera de saber si podrían caer en el grupo del tipo familiar o hereditario es mediante la evaluación de un especialista”.

Factores que influyen

La edad es lo primero que se debe tomar en cuenta al haber un cáncer de mama en la familia. “No es lo mismo tener 20 años a 50 o 60, la edad va aumentando el riesgo”, señala la oncóloga. “Si hay cáncer de mama en la familia, desde muy joven se debe acudir con un especialista para una revisión periódica cada seis meses, y a los 30 o 35 empezar con las mamografías de acuerdo con la recomendación del experto”.

Es importante considerar otros factores, porque al haber el antecedente familiar, y además la biopsia reporta una enfermedad benigna llamada hiperplasia ductual atípica de la glándula mamaria, el riesgo no va a ser de 2 y 3%, sino de 11 a 18%.

“Comemos muchos carbohidratos y hacemos poco ejercicio; el alcohol también influye y esto causa mayor riesgo en el cáncer de colon y mama”, agrega Flores Moreno. “El de próstata se ha asociado más con el consumo de carne de origen animal y las grasas, y en este caso se recomienda comer más fibra y antioxidantes para prevenirlo”.

El oncólogo José Luis González Vela recomienda no quitar de inmediato al paciente todos los alimentos que le gustan -como pizzas o refrescos- para que no pierda el apetito y el deseo de vivir. “Sentirse lo más normal posible mientras lleve su tratamiento, y que el oncólogo le diseñe una dieta adecuada”, detalla.

Para saber

Están en mayor riesgo de padecer cáncer de mama:
- Quienes tienen familiares de primera línea con este mal: madre, hermana o hija.
- Ha padecido cáncer en alguna de sus mamas.
- Haber menstruado antes de los 12 años o tener la menopausia después de los 52.
- Haber tenido su primer hijo después de los 30 años o no ser mamá.
- No amamantar.
- Quienes presentan densidad mamaria alta.
- Biopsias de mama previas con lesiones benignas de riesgo.
- Terapia hormonal para la menopausia por más de cinco años.
- Sedentarismo y obesidad, esta última sobre todo después de la menopausia.
- Abuso en el consumo del alcohol.
- Dieta alta en grasas.