La oferta de productos, procedimientos y recomendaciones para bajar de peso es inmensa, aún así, en el país 70 por ciento de los adultos padece obesidad o sobrepeso, ¿qué es lo que falla?
Médicos, nutriólogos y psiquiatras coinciden: para mantener su peso adecuado, las personas deben adoptar una estrategia y atención integral.Esto implica una real determinación de bajar de peso, una evaluación médica que considere la salud física y emocional, establecimiento de hábitos saludables permanentes e involucrar en esta dinámica a la familia.
Si bien la obesidad es una compleja enfermedad multifactorial en la que se involucran aspectos genéticos, ambientales y estilos de vida, las personas pueden incidir en su prevención y contención. No hay recetas mágicas ni productos milagrosos, incluso el camino para bajar de peso suele ser personalizado; sin embargo, sí hay ejes básicos que cualquier persona puede considerar en esta empresa.
Alimentación, reto y deleite. Una vez que tomaste la decisión de bajar de peso hay que analizar cuáles son tus hábitos alimenticios y ejercicio, tu nivel de estrés y la posibilidad real que tienes para adoptar medidas saludables, señala la nutrióloga Claudia Hernández.
Debes tener claro que un factor que incide en la obesidad es el desequilibrio entre la ingestión de energía y el gasto que se hace de ésta a través del ejercicio. Por ello hay que considerar la cantidad de azúcar, grasa y fibra que contienen tus alimentos, incluyendo bebidas, cuántas veces te alimentas y cuáles son los tamaños de las porciones.
Para concluir cuál es el plan de alimentación ideal, lo más recomendado es asistir con un nutriólogo certificado que diseñe una guía personalizada de alimentación para bajar de peso. “Recuerda que no hay una dieta que aplique igual para cualquier persona y lo mejor es encontrar cuál es la tuya”, señala Hernández.
Sin embargo, hay principios generales en los que los especialistas coinciden para bajar de peso. Entre ellos consumir alimentos bajos en grasa y azúcares, hacer ejercicio regularmente, dormir bien y preferir el agua natural sobre bebidas dulces, jugos industrializados o refrescos. Revisar que la dieta recomendada por el nutriólogo se adapte a la realidad de cada persona y no dificulte su vida diaria.
Carlos Trejo, médico bariatra, agrega que en el intento de aminorar el consumo de azúcar se suele recurrir a edulcorantes artificiales, los cuales, al ser dulces perjudican hábitos de consumo y fomentan tu gusto por los alimentos muy endulzados.
Metas realistas. Bajar de peso suele ser un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, advierte el bariatra Carlos Trejo, por ello desde un principio debemos tener claras nuestras metas.
La mayoría de nosotros quiere perder mucho peso en poco tiempo. Y cuando no lo hacemos, cuando bajamos dos o cuatro kilogramos y luego nos estancamos, nos desalentamos y volvemos a comer comida chatarra.
Para concretar tu estrategia debes considerar metas realistas, considerar que poco a poco vas a ir adoptando hábitos saludables que te acompañarán por el resto de tu vida, incluso después de que hayas llegado a tu peso ideal.
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Que el estrés no te engorde. El estrés hace muy difícil el comer saludable, indica Edward T Creagan, investigador de la Clínica Mayo. “En momentos altos de estrés uno tiende a empeorar la situación comiendo compulsivamente para tratar de satisfacer nuestras necesidades emocionales”, dijo.
Algunas investigaciones han demostrado que en momentos de tensión se genera una sustancia en el organismo llamada cortisol, conocida como la hormona del estrés. Nuestro organismo la produce ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentar los problemas y su impacto en el metabolismo es muy importante.
Cuando el organismo está sometido a una situación de estrés crónico, interno o externo, se disparan los niveles de cortisol y, al ser el único proveedor de glucosa del cerebro, tratará de conseguirla por diferentes vías: destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a otros tejidos.
La alternativa es buscar actividades que ayuden a reducir el nivel de estrés como el ejercicio, alguna actividad como tejer, hacer yoga, taichi, ejercicios de relajación, meditación o técnicas de respiración.
El hecho es saber que el estrés solo impedirá que bajemos de peso. Si estás estresado come despacio. Aún cuando tengas millas de pendientes, comer despacio te ayudará a digerir mejor tus alimentos. Ayuda mucho masticar despacio, mínimo 20 minutos para comer. “Quien come rápido, ven de más o se queda con hambre”, dijo Creagan.
Controla los estres. Para prevenir y hacer frente al estrés considere los siguientes aspectos sugeridos por la doctora Guadalupe Teresa Araujo Pulido:
* Mantener el cuerpo hidratado ayuda a bajar los niveles de ansiedad.
* Reducir cantidades de sal, café, té, alcohol y tabaco.
* Dormir entre siete u ocho horas mejora la resistencia al estrés.
* Realizar actividad física permite reducir el estrés.
* Mida las capacidades para evitar el agotamiento, no intente hacer más tareas de las posibles.
* Respete las motivaciones y realiza actividades que sean de tu interés y te agraden.
* Resguardar la autoestima ante circunstancias o personas que atienden contra nuestra dignidad.
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