Las mujeres utilizan frecuentemente la secadora, tenazas y plancha para que su cabello luzca lasio y bien peinado, por lo que puede dañar el cabello.
Además, la exposición a los rayos solares, estrés, tabaquismo y una mala alimentación producen otros efectos que hacen que se vuelva opaco, quebradizo y sin brillo.
El calor, por sí solo, tiene capacidad para moldear el pelo a capricho, pero si se utilizan productos termoactivos balsámicos el resultado será óptimo.
“El uso prolongado de secadores y fuentes de calor daña el cabello, lo reseca y lo vuelve más quebradizo”, explica Charo Palomo, estilista capilar. Michel Meyer, de España, recomienda que siempre que se pueda “con la ayuda de una toalla de algodón retirar la humedad de pelo con un suave masaje y dejarlo secar al aire libre”.
Frecuencia. Aunque la anarquía es el denominador común en lo que al cabello se refiere, la moda de lucir melenas largas extralisas ha fomentado el uso, e incluso el abuso, de planchas, herramienta que con el simple desplazamiento de las placas sobre el cabello lo deja planchado.
“Sobre el cabello fino se debe de pasar con rapidez, mientras que sobre gruesos y rizados se hará más lentamente, pero sin detenerse, ya que puede romper el cemento intercelular de la fibra capilar. Más saludable para el cabello es aplicar un protector térmico y usar planchas para cabellos en seco, ya que sellan la cutícula y otorgan mayor brillo”, explica Palomo.
Proceso
Si le gusta usar el secador en casa, siga estos consejos para no maltratar el cabello:
Una vez lavado el cabello, retirar la humedad con una toalla y dejarlo secar unos minutos al aire libre.
El secador no supera los 180º para no deshidratar el cabello y derretir la queratina, proteína rica en azufre que configura la capa externa del pelo.
Guardar una distancia de seguridad de treinta centímetros, nunca acercar la boca del secador a la fibra capilar, porque esta puede romperse.
Lo ideal es dividir el cabello en cuatro o cinco mechones y moverlos para darles forma con los dedos desde la raíz hasta la punta mientras se aplica el calor.
