“Tras los períodos de crisis no hay nada mejor que recurrir a los elementos suaves y delicados que remiten al amor. En este caso, los plisados, los moños delicados, los pliegues y alforzar para lograr un estilo femenino pero actual”, afirma la experta Araceli Motta.
En las nuevas colecciones de importantes firmas es posible encontrar muchos vestidos largos que se adornan con estampados de diversas flores o plantas, grandes mangas y faldas con mucho vuelo que se presentan en tonos que van desde los pasteles hasta los encendidos.
Las cinturas van marcadas por delgados cinturones para estilizar la figura de manera sutil.
Los materiales favoritos para jugar a enamorarse son los naturales como el lino, el algodón y la seda, combinados entre sí hasta lograr un estilo de patchwork, y que son ideales para mover las siluetas al compás del viento veraniego.
 Los vestidos estilo camisero y con vuelos son tendencia, en especial los largos.
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