Binomio de sobriedad del diseñador hondureño Carlos Campos

Carlos Campos vuelve a conquistar la crítica. Se inspira en las pampas de Sudamérica.

  • 06 feb 2014

San Pedro Sula, Honduras

El otoño invierno 2014 es para vestir sin extravagancias en diseño y color. Es más clásico, conservador y sobrio. Es el estilo que propone el diseñador hondureño Carlos Campos en la apertura de la semana de la moda en Nueva York.

El blanco y azul oscuro, a simple vista como el negro, son el binomio de tonalidades enmarcado en una colección concebida gracias a la imaginación culta de su creador.

La novela Don Segundo Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes resume su percepción para la próxima temporada del vestir masculino.

“Es un tributo al gaucho de las vastas pampas de Sudamérica, “donde generaciones de fuertes, honestos, y silenciosos hombres en sus caballos doman la tierra y siguen siendo un símbolo vital”, de esa región.

Campos se arriesgó para esta colección con tejidos “futuristas” fusionando telas impermeables con algodón y lana ofreciendo no sólo moda, sino protección ya sea para el frío, el agua o climas variantes trabajándolos perfectamente en camisas, ponchos, pantalones tipo lápiz o pitillo, chaquetas, abrigos y una línea de calzado elaborada en piel equina principalmente de ponys.

La sastrería limpia se impone. Las hombreras son más redondas, la silueta se ve más innovadora porque las tallas, aparentemente se aprecian un poco grandes, pero en realidad están trabajadas de acuerdo a la dimensión del hombre de hoy.

En pantalones, Carlos Campos sigue la tendencia que lo ha hecho famoso. Son muy ajustados, de cortes rectos y demostrando aires masculinos.

El caballo galopando que viene impreso en camisas es uno de los distintivos de la colección y devuelve la doble mirada a la propuesta siendo este el sello gaucho refinado por las manos y el talento de este hondureño.

Es la primera vez que Carlos incorpora su apellido ilustre en cuanto a sastrería se refiere. “Yo soy muy conservador y me gusta que el producto hable por si mismo. No me gustan los logos ni etiquetas, pero esta vez quise poner mi apellido porque me siento orgulloso y sobre todo se ha convertido en un sello de buen vestir para mucha gente y las prendas que llevan la palabra Campos han sido de las más apetecidas por quienes han admirado la colección completa”.

Durante tres meses, este sastre trabajó la propuesta y de esta colección, cambió la silueta tipo dandy que “me ha caracterizado pero sin abandonar la esencia de lo que hago que es sastrería con un toque moderno”. Esto ha conquistado la crítica de publicaciones especializadas en moda masculina en la Gran Manzana como GQ y WWD, que definen la colección de Carlos como versátil y que su talento no tiene limitaciones ni esquema.