La transición del colegio a la universidad supone un cambio importante para los jóvenes, y más cuando se van a otro departamento o ciudad; sin embargo, también da importantes ventajas, como conocer otros estilos de vida y ser más independientes.
Antes de que pongas la última maleta en el carro y partas con dirección a la universidad, lee estos consejos que te ayudarán a administrar el dinero para que no pases los últimos días del trimestre comiendo papas fritas rancias en el dormitorio o recogiendo monedas de los pasillos.
Es un período bastante fuerte, no solo cambia la forma en cómo estudian y el lugar en que lo hacen, sino que su vida se modifica por completo.
Analiza tus egresos durante dos a cuatro semanas para que sepas en qué gastas el dinero. ¿Es realmente necesario que vayas a comprar capuccinos cuatro veces a la semana? “No se dan cuenta cuánto gastan en cosas pequeñas”, dice Vickie Hampton, asesora financiera y catedrática adjunta de Texas Tech University en Lubbuck, Texas. Mark Oleson, director del taller de asesoría financiera de Iowa State University, agrega. “Por lo general, con solo observar tus gastos, empezarás a ponerles freno.”
La mejor manera de administrar tu dinero durante un trimestre es elaborando un presupuesto. Haz una lista de tus fuentes de ingreso como becas, préstamos, dinero del trabajo que tuviste durante las vacaciones y el dinero que recibes de tus padres; asimismo anota los gastos, como la matrícula o cuota de instrucción, los libros y la alimentación.
Si sabes que tienes que comprar un CD nuevo o ir a un concierto o a una fiesta todas las semanas, incluye esos gastos en tu presupuesto. “Necesitas distraerte de vez en cuando,” dice Hampton. “Los estudiantes realmente van a tener un desgaste físico y mental si no se distraen y divierten.”
Si solo te dedicas a gastar y gastar al principio del trimestre, después podrías quedar en la ruina. Establece un límite de gasto por semana. No te salgas de él y no tendrás que comer “macarrones con queso” todo el último mes de clases.
Solo porque tienes una tarjeta de crédito con un límite de 4,000 lempiras, no quiere decir que tienes que gastar los L4,000. Si sabes que solo puedes pagar L1000, entonces solo gasta esa cantidad. ¿Tienes temor de que gastarás dinero siempre que el límite de la tarjeta te lo permita? Llama a la compañía que te otorgó la tarjeta de crédito y solicita que te disminuya el límite. Las compañías de tarjetas de crédito tratarán de aumentar tu límite para que gastes más. Diles “no” cada vez que intenten hacerlo.
Puedes hacer lo que quieras, pero no puedes hacer todo lo que quieres. Vas a tener que elegir. Cualquier cosa que elijas, te va a costar dinero. Sé realista. “Tienes que entender que no puedes tener todo y debes recordar que hay consecuencias?, dice Tytel. “En algún momento, los muchachos tienen que saber el costo de las cosas. La mayoría de ellos no tiene idea.”
Ya sea que se trate de un viaje en auto con tus amigos o de la cuenta de seguro del vehículo, si sabes que se aproxima un gasto grande, empieza a separar dinero para asumir dicho gasto. Es mucho más fácil separar setecientos al mes que sacar los tres mil cuando se venza la factura”.
Ármate de valor y llama a casa. Mientras más lo pospongas, más empeorará la situación.