Para muchas mujeres, el verano representa sol, arena y descanso, sin saber que detrás de ésta tan esperada temporada figuran una serie de padecimientos propiciados principalmente por las condiciones climatológicas, como las infecciones vaginales.
Alicia García Medina, ginecóloga, señala que algo que suele afectar a muchas mujeres durante estos días son las infecciones cervicovaginales que, sin duda, no pueden ser tomadas tan a la ligera, pues el cuadro pudiera complicarse.
“De éstas (infecciones cervicovaginales), quizá la más común es la candidiasis vaginal, que es una infección que vamos a ver más por humedad en la época de calor.
“Probablemente pueda existir alguna otra, que es la vaginitis bacteriana, que en ocasiones se presenta por la contaminación de lo que sería alguna infección urinaria que se pasa hacia el área de la vagina”.
El hongo o la levadura que provoca estas infecciones, agrega la especialista, es un oportunista y la humedad que caracteriza a esta época favorece para que se desarrolle.
Si bien las infecciones vaginales suelen estar presentes en cualquier época del año, el calor que caracteriza al verano aumenta el riesgo de adquirirlas hasta un 50 %.
La sintomatología de una infección vaginal es evidente, como comezón o prurito, ardor vaginal, flujo y dolor al coito, pero aún con esto, muchas mujeres suelen ignorarla. Aunque éstas pudieran presentarse a cualquier edad, la época en la que se sufren con mayor facilidad es en la premenopausia, en donde las hormonas van bajando, y obviamente en la menopausia.
Mitos y verdades
1. Ir a una piscina contaminada es motivo suficiente para desencadenarlo. “Definitivamente esto no es verdad; lo que hace a la mujer propensa de padecer las infecciones vaginales durante el verano no son tanto las piscinas o la playa, sino el hecho de quedarse con el traje de baño mojado, humedad que propicia el desarrollo del hongo que las origina”.
2. Vayas o no a la playa o piscinas puedes sufrir infecciones. Incluso, agrega García Medina, las personas que no acuden a estos lugares recreativos están de igual forma en riesgo de sufrirlas, pues las telas con la que está hecha la ropa también son un factor determinante.
3. Hacer ejercicio, sudar y quedarse con la licra puesta, material que favorece el calor y, por ende, la humedad, es otro de los errores comunes que pueden terminar en infecciones vaginales.
4. Definitivamente, las infecciones vaginales no pueden ser pasadas por alto, pues algo que resulta sencillo de solucionar con sólo una consulta oportuna con el especialista pudiera agravarse y convertirse en un daño al cuello uterino o cervicitis, lo que a su vez podría terminar en una lesión premaligna y luego en un cáncer.
Alicia García Medina, ginecóloga, señala que algo que suele afectar a muchas mujeres durante estos días son las infecciones cervicovaginales que, sin duda, no pueden ser tomadas tan a la ligera, pues el cuadro pudiera complicarse.
“De éstas (infecciones cervicovaginales), quizá la más común es la candidiasis vaginal, que es una infección que vamos a ver más por humedad en la época de calor.
“Probablemente pueda existir alguna otra, que es la vaginitis bacteriana, que en ocasiones se presenta por la contaminación de lo que sería alguna infección urinaria que se pasa hacia el área de la vagina”.
El hongo o la levadura que provoca estas infecciones, agrega la especialista, es un oportunista y la humedad que caracteriza a esta época favorece para que se desarrolle.
Si bien las infecciones vaginales suelen estar presentes en cualquier época del año, el calor que caracteriza al verano aumenta el riesgo de adquirirlas hasta un 50 %.
La sintomatología de una infección vaginal es evidente, como comezón o prurito, ardor vaginal, flujo y dolor al coito, pero aún con esto, muchas mujeres suelen ignorarla. Aunque éstas pudieran presentarse a cualquier edad, la época en la que se sufren con mayor facilidad es en la premenopausia, en donde las hormonas van bajando, y obviamente en la menopausia.
Mitos y verdades
1. Ir a una piscina contaminada es motivo suficiente para desencadenarlo. “Definitivamente esto no es verdad; lo que hace a la mujer propensa de padecer las infecciones vaginales durante el verano no son tanto las piscinas o la playa, sino el hecho de quedarse con el traje de baño mojado, humedad que propicia el desarrollo del hongo que las origina”.
2. Vayas o no a la playa o piscinas puedes sufrir infecciones. Incluso, agrega García Medina, las personas que no acuden a estos lugares recreativos están de igual forma en riesgo de sufrirlas, pues las telas con la que está hecha la ropa también son un factor determinante.
3. Hacer ejercicio, sudar y quedarse con la licra puesta, material que favorece el calor y, por ende, la humedad, es otro de los errores comunes que pueden terminar en infecciones vaginales.
4. Definitivamente, las infecciones vaginales no pueden ser pasadas por alto, pues algo que resulta sencillo de solucionar con sólo una consulta oportuna con el especialista pudiera agravarse y convertirse en un daño al cuello uterino o cervicitis, lo que a su vez podría terminar en una lesión premaligna y luego en un cáncer.
