Aprende a cuidar los dientes de leche de tus hijos

Estos son muy importantes en el desarrollo infantil, por lo que es imprescindible tener buenos hábitos de higiene

  • 20 mar 2017

Los hábitos de higiene bucal son parte de una rutina que se adquiere con el tiempo. ¿Cómo podemos cuidar la salud bucal de nuestros hijos?

¿Cuándo debemos empezar a enseñarles estos hábitos? ¿Ayuda realmente el flúor a evitar las caries? Te damos respuestas para estas preguntas frecuentes y cruciales para la salud dental de los niños.

Su papel es crucial. Los humanos desarrollan dos denticiones a lo largo de su vida. La primera se conoce comúnmente como “dientes de leche” y aparece entre los seis meses y los dos años y medio. Esta dentición es temporal y está compuesta por 20 piezas: 8 incisivos, 4 caninos, 8 molares. Aunque no se conservan durante demasiado tiempo, los dientes de leche son vitales para el desarrollo del niño, ya que contribuyen al desarrollo del lenguaje, a la alineación de la dentadura definitiva y a la masticación.

Su fragilidad. Los dientes de leche son más pequeños y más gruesos que los definitivos. El esmalte y la dentina son más finos y están menos mineralizados, por lo que son más vulnerables ante la caries.

Por este motivo, es muy importante mantener un cuidado adecuado de los dientes de leche de los niños y enseñarles los principios de una dieta sana. El consumo de alimentos con alto contenido en azúcar, no cepillarse los dientes lo suficiente y no visitar al dentista con la frecuencia necesaria favorece la aparición de problemas bucales, e incluso de caries durante la adolescencia.

Ojo con la caries. Un excesivo consumo de alimentos y bebidas azucaradas y una higiene bucal nula pueden provocar que los bebés padezcan caries desde los 2 años de edad, advierte, Analy Reséndiz, odontopediatra.

La experta lo atribuye a la dieta alta en carbohidratos y la falta de higiene dental adecuada.“Es increíble que un niño de 2 años desayuna cereal azucarado con su lechita o un pan de dulce con su lechita y al medio día la mamá va y le compra unas galletas con chocolate; también es habitual que les den refresco y jugos industrializados que se quedan muy adheridos a la superficie de los dientes”.

Cuando ya tiene los dos incisivos inferiores y los dos superiores se puede recurrir
a un cepillo dental pediátrico de silicón suave.

Higiene dental de los bebés
Al brote del primer diente hay que acudir con el odontopediatra, quien explicará la técnica de limpieza.
-Cuando son lactantes: limpiar la boca del bebé con una gasa húmeda después de cada alimento.
-Cuando salen los primeros dientes: envolver el dedo índice de mamá o papá con una gasa húmeda y limpiar los dientes del bebé después de cada comida.
-Cuando ya tiene los dos incisivos inferiores y los dos superiores: se puede recurrir a un cepillo dental pediátrico de silicón suave y cepillar con cuidado solo con agua. La pasta se usa hasta que aprenda a escupir.

Los niños de menos de 3 años pueden usar un poquito de dentífrico familiar.

Enséñales a cepillarse
1. Cepilla las encías de tu bebé con un cepillo de dientes suave durante el baño, o deja que lo haga él mismo siempre que lo vigiles tú. Esto convertirá el cepillado en parte de la rutina de limpieza.

2. Los niños de menos de 3 años pueden usar un poquito de dentífrico familiar. Las pastas de dientes con menos flúor no resultan eficaces contra la caries.

3. Los niños de entre 3 y 6 años deben usar una cantidad de pasta del tamaño de un guisante y que contenga entre 1,350 y 1,500 ppm de flúor. Busca esta información en el envase o consultar a tu dentista.

4. Ten cuidado de que el niño no se trague la pasta ni la chupe del tubo.

5. Cepíllale los dientes al niño al menos dos minutos dos veces al día, una de ellas antes de irse a la cama. Enséñale a escupir el exceso de pasta en vez de enjuagarse con mucha agua.

6. Hasta los siete u ocho años, vigila a los niños mientras se cepillan los dientes, ya sea cepillándoles tú u observándoles mientras lo hacen ellos mismos.

7. A partir de los 7 u 8 años los niños deben ser capaces de cepillarse los dientes solos, aunque no está de más observarles de vez en cuando para asegurarse de que lo están haciendo bien.