Una dieta equilibrada podría ser clave para sobrevivir al cáncer

Las personas que están en tratamiento contra este mal y las que lo han terminado deben seguir una dieta personalizada

Estados unidos.

Llevar una dieta de alta calidad nutricionalmente equilibrada podría reducir el riesgo de un paciente de fallecer en hasta un 65%, según una investigación reciente.

El hallazgo de que la dieta total, en lugar de los componentes nutricionales específicos, puede afectar al pronóstico de un paciente con cáncer “fue particularmente sorprendente para nosotros”, dijo el autor principal del estudio, Ashish Deshmukh.

La dieta total, explicó, era una que parecía ser “equilibrada” y “rica en nutrientes”, con una amplia variedad de verduras, frutas, granos integrales, proteínas y productos lácteos.

Deshmukh es profesor asistente en el Colegio de Salud Pública y Profesiones de la Salud de la Universidad de Florida.

Para explorar el impacto de la nutrición en el cáncer, los investigadores analizaron datos recopilados entre 1988 y 1994 por parte de la tercera encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES III). Casi 34,000 personas fueron incluidas en la encuesta, que pidió a todos los participantes que ofrecieran un diario de 24 horas sobre la dieta.

Estudio.

El equipo usó luego las “directrices dietéticas para los estadounidenses” del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) como criterio para puntuar la calidad nutricional de las dietas que seguían 1,200 personas a las que se había diagnosticado con cáncer.

Las directrices del Usda especifican recomendaciones para las porciones de frutas, verduras, granos integrales, proteínas, productos lácteos, grasa saturada, colesterol y sodio.

A su vez, se realizó luego un seguimiento a los 1,200 pacientes durante un promedio de 17 años y los investigadores verificaron todos los fallecimientos subsiguientes (hasta 2011) a través de los expedientes de mortalidad del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos.

En ese momento, la mitad de los pacientes con cáncer habían fallecido,

pero el equipo de investigación encontró que los que habían consumido las dietas más nutritivas en general tenían un riesgo un 65% más bajo de fallecer (de cáncer o de cualquier otra causa) que los que habían consumido las peores dietas.

Deshmukh indicó que la indagación no evaluó la longitud exacta del beneficio de supervivencia, y los investigadores tampoco exploraron el modo en que el ejercicio u otros tipos de conducta saludable podrían afectar los resultados del cáncer. Solo se observó una asociación entre la dieta y el riesgo de muerte, no un vínculo causal.

Sin embargo, los investigadores indicaron que la fuerza general del beneficio protector de comer bien se mantuvo incluso después de observar con mayor profundidad el riesgo específico de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de piel y el cáncer de mama.

“Es muy importante que los supervivientes al cáncer y sus proveedores de atención de la salud empiecen a hablar sobre [una] dieta equilibrada”, planteó Deshmukh. “También es crucial que los supervivientes al cáncer trabajen con sus dietistas para identificar un régimen dietético equilibrado, y luego seguirlo”.

“No hay ningún daño [por] comer de forma saludable”, añadió.

Marjorie Lynn McCullough, directora científica de investigación epidemiológica de la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society), señaló que “el estudio tenía algunas limitaciones, como, por ejemplo, no controló el hábito de fumar y evaluó unas directrices sobre nutrición antiguas que desde entonces han sido modificadas”. McCullough no participó en el estudio.

Marjorie Lynn McCullough añadió que los hallazgos son “en general consistentes con las evidencias cada vez mayores que respaldan las recomendaciones de llevar una dieta saludable para los supervivientes al cáncer”.

Al igual que las directrices para la prevención del cáncer, dijo McCullough, eso significa reducir la ingesta de azúcar y calorías vacías, y consumir “una dieta basada principalmente en plantas, incluyendo una variedad de verduras, frutas enteras y granos integrales, aparte de hacer ejercicio y alcanzar y mantener un peso corporal sano”.

“Pero las necesidades nutritivas pueden cambiar durante el tratamiento, la recuperación y a largo plazo”, advirtió, “así que las personas que sobrevivan a un cáncer deberían trabajar con su proveedor de atención de la salud para personalizar los consejos sobre la nutrición y la actividad física de acuerdo con su situación”.

Los hallazgos aparecen en la edición del 12 de junio de la revista JNCI Cancer Spectrum.