Niños que tienen tabletas o smartphones duermen menos

Un smartphone en la habitación de un niño disminuye los hábitos de sueño.

  • 07 ene 2015

Estados Unidos.

Un estudio de más de 2,000 estudiantes de escuela primaria e intermedia descubrió que tener un 'smartphone' o una tableta en el dormitorio se asociaba con menos sueño durante los días de semana y con sentirse somnoliento durante el día.

Los estudios muestran que las pantallas y el uso de pantallas tradicionales, como ver televisión, pueden interferir con el sueño, pero se sabe mucho menos sobre los impactos que tienen los 'smartphones' y tabletas.

Los dispositivos electrónicos son una preocupación particular porque proveen acceso a una amplia variedad de contenido, como juegos, videos, sitios web y mensajes de texto, que se pueden usar en la cama y retrasar el sueño.

Se reveló que tanto dormir cerca de una pantalla pequeña como dormir en una habitación con una televisión se relacionaban con una menor duración del sueño en los días de semana.

Los niños preadolescentes en edad escolar necesitan al menos 10 horas de sueño al día, mientras que los adolescentes necesitan entre 9 y 10, aconseja el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos.

Hallazgos del estudio.

Para este estudio, los investigadores se enfocaron en los hábitos de sueño de casi 2,050 niños de ambos sexos.

Los niños estaban en cuarto o séptimo cursos en una de 29 escuelas. Más de dos terceras partes de los niños eran blancos, y alrededor de una quinta parte eran hispanos.

A todos les preguntaron sobre los dispositivos electrónicos en la habitación, a qué hora se iban a la cama, a qué hora se despertaban, y cuántos días en la semana anterior habían sentido que necesitaban más sueño.

Mientras que los niños con una televisión en la habitación dijeron que dormían 18 minutos menos los días de semana que los que no tenían una televisión personal, esa cifra aumentó a 21 minutos entre los que dormían cerca de un 'smartphone', independientemente de si también tenían televisión, halló el estudio.

Irse a la cama con un 'smartphone' disponible también se vinculó con un horario para dormir más tardío que tener un televisor en la habitación: 37 minutos más tarde, frente a 31 minutos, apuntaron los investigadores.

Y los niños que dormían con un smartphone eran más propensos a sentir que necesitaban dormir más de lo que dormían, en comparación con los que no tenían un smartphone a la hora de irse a la cama.

Esa percepción de un sueño o un descanso insuficientes no se observó entre los niños que solo tenían una televisión en la habitació.

¿Qué pueden hacer los padres al respecto?

Los padres de familia deben establecer normas que fomenten los hábitos de sueño saludables.

Por ejemplo pueden crear 'toques de queda' para los dispositivos electrónicos, limitar el acceso general al tiempo con pantallas o prohibir la televisión y los dispositivos con internet en la habitación de los niños.