Los niños aprenden de los padres a comer

Especialistas en nutrición recomiendan a los padres a dar el ejemplo para que sus hijos adquieran buenos hábitos alimenticios

  • 22 ago 2017

¿Cuando no come lo regañas y si come lo premias con un helado? ¿Comes frente a tu hijo comida sana o chatarra? La respuesta a estas preguntas determinará en gran manera su salud.

La alimentación es sin duda un factor clave para la salud de los niños, pero también lo es la manera en que padres o cuidadores enfocan la hora de comer.

Expertos de asociaciones y comités de nutrición en Estados Unidos y España han evaluado la influencia de diversos estilos de educación en relación a la alimentación infantil, comenta la experta en bienestar Elsa Sada.

“De sus investigaciones se desprende que conviene que los padres sean sensibles a las necesidades de sus hijos y respeten sus señales internas de hambre y saciedad, sin olvidar que la presencia de alimentos poco saludables en el hogar debe ser escasa”, expresa.

El ejemplo de los propios padres puede modelar la dieta de los niños, tanto o más que cualquier otra estrategia, expresa la especialista. Durante los primeros años de vida, los niños aprenden qué, cuándo y cuánto comer a través de sus experiencias tempranas y directas con la comida.

“Las investigaciones revelan que la ingesta de frutas, verduras y de leche aumenta en los niños cuando observan a los adultos consumirlas”, dice Sada. Las preferencias alimentarias están influenciadas por la disponibilidad, la accesibilidad y la familiaridad de los alimentos, así como el modelaje de los padres.

“Juegan un papel crítico en el desarrollo de las preferencias alimentarias de los niños”, destaca.


Padres, prediquen con el ejemplo

Los padres, familiares o cuidadores son modelos que el niño tomará como referencia a la hora de probar o no probar un nuevo alimento, o bien, a la hora de seguir una dieta sana.

1. Exponlo a una variedad de alimentos saludables como frutas y hortalizas. Esto aumentará las posibilidades de que tenga ganas de probarlos.

2. Persevera. Con paciencia, la exposición repetida, sin forzar, insistir u obligar, puede romper la resistencia.

3. Aumenta el acceso a determinados alimentos. Incrementa la preferencia del niño hacia ellos, la clave es evitar alimentos chatarra en casa.

4. Sé tolerante. No lo obligues a comer. Esto disminuirá la preferencia de su parte hacia el alimento.

5. No uses alimentos chatarra como recompensa, ni frutas y hortalizas como castigo. Esta acción alterará las preferencias alimentarias del niño.