El mundo de los niños, ¿cómo lo ven?

En esta etapa tienen un trabajo importante, y es construirse una mirada sobre la vida y situarse a sí mismo en este entorno

  • 14 oct 2019

Para un padre entender qué piensan sus hijos es tarea de todos los días y es que, cuando son pequeños y no pueden expresarse bien, es más importante hacer el intento de ver el mundo como ellos lo hacen.

La hora de dormir. Mandas a tu pequeño a dormir pensando que estás haciendo algo bueno por él, pero lo que pasa por su mente es algo completamente diferente. Lo que tu hijo piensa es que va a acostarse… en la oscuridad… solo… ¡y por horas! Obviamente, para nosotras la hora del sueño es importante, pero para los pequeños es uno de los peores momentos del día.

Dinero. Es importante enseñarles el valor del dinero a los niños desde pequeños. ¿Por qué? Imagínate que cuando les das un billete para un helado y les regresan monedas ellos pensarán que el dinero vale por su cantidad y creerán tener más de lo que les diste.

Comida. ¿Nunca te ha tocado ver a tu hijo llorar después de comer? No es porque le haya desagradado, al contrario, llora porque no logra entender por completo por qué algo tan delicioso ya no existe. Nosotras sabemos qué pasa con la comida al comerla, pero… ¿ellos?

Copiar: Esto es muy pero muy importante y muchos padres no lo entienden. Tu hijo, por instinto, va a intentar copiar lo que suceda a su alrededor y, a su corta edad, ¿crees que entienda qué puede copiar y qué no? Porque es bonito ver que quiera copiar la forma en que comes, pero ¿qué pasa cuando quiere decir una grosería?

Mundo pequeño. No hay otro mundo externo fuera del que vive tu hijo. Por ejemplo, un niño pequeño puede aprender a manipular a sus padres rápidamente, pero poco entenderá de los sonidos o de sus habilidades motrices.
Y es que él está en su pequeña burbuja y, entre más crezca, más lo hace su mundo.
En poco tiempo se dará cuenta de que no todo gira alrededor de él… aunque pueden tardar hasta 25 años para entenderlo.

Descubrimientos

1. No entienden. El psicólogo del desarrollo Jean Piaget descubrió que entre los diez a doce meses, los pequeños no entienden el concepto de la permanencia del objeto, el cual se basa en pensar que un objeto todavía se encuentra en su lugar inicial por más que fuera removido de ahí.

2. Primeros años. En esa etapa, el niño tiene un trabajo muy importante, y es construirse una mirada sobre la vida, sobre el mundo y situarse a sí mismo en este entorno. ¿Cómo lo hace? Pues por un lado explorando, experimentando, pero una parte muy importante le viene dada del adulto más cercano.

3. Entre 9 y 11 años. El psicólogo Rudolp Schaffer notó algo interesante cuando les preguntó a niños de entre nueve a 11 años “¿dónde se colocarían un tercer ojo?”. Todos los menores a 11 años elegían la frente, sin meditarlo demasiado, era la opción más simple. Sin embargo, los niños de 11 años seleccionaban lugares menos obvios, como el codo, la nuca o las palmas de las manos, argumentando que si los colocaban en estas zonas podrían observar hacia otras direcciones, además de la vista frontal.