Deshágase de la 'barriguita”

Consuma meriendas saludables y deje las comidas ricas en grasas, sal y azúcares.

  • 28 ene 2017

San Pedro Sula, Honduras

Los hombres también sufren de la famosa “barriga” o los “rollos en el abdomen”, esta aparece por el consumo desmedido de alimentos ricos en grasas, azúcares y harinas, además de la falta de ejercicio.

La naturaleza del sobrepeso se muestra de forma diferente entre ambos sexos, según los especialistas.

En los hombres empieza a desarrollarse a partir de los 35 años, acompañado por un cambio hormonal conocido como “hipogonadismo” relacionado con la disminución de testosterona, mientras que en mujeres el golpe importante suele darse a partir de la menopausia, entre los 48 y los 52 años, según el instituto Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) .

Solución
Reduzca o modere el consumo de grasas saturadas y aumente la ingesta de las buenas como omega 3

“El aumento de peso en hombres se caracteriza principalmente por la acumulación de tejido graso a nivel abdominal, lo que se denomina obesidad de tipo androide”, explica Estefanía Ramo, nutricionista de ese instituto.

Esta grasa acumulada en “la barriguita” de los hombres, es la grasa visceral (aquella que envuelve los órganos vitales), es la más peligrosa para la salud y la que va a dar lugar al Síndrome Metabólico (SM), asociado a una mayor prevalencia de patologías crónicas.

Algunas de las patologías asociadas al SM y que limitan las expectativas y calidad de vida son: la hipertensión arterial, diabetes tipo 2 e insulino-resistencia, hígado graso, cardiopatía coronaria, cáncer, y enfermedades respiratorias u osteo-articulares, según los expertos de IMEO.

Tipo
Consuma proteína vegetal presente en legumbres, cereales, frutos secos y las carnes magras

Ramo sugiere seguir una dieta balanceada y variada. En lugar de consumir productos ultraprocesados prefiera comprar una mayor variedad de productos frescos.

Además de reducir la ingesta de grasas poco saludables, azúcares y sal. Consuma meriendas saludables y deje las comidas ricas en grasas, sal y azúcares.

Reduzca o modere el consumo de grasas saturadas y aumente la ingesta de las buenas como omega 3. Aumente el consumo de alimentos de origen vegetal ricos en fibra como verduras, legumbres y avena.

No se salte ninguna comida, consuma tres grandes y dos meriendas. Controle las porciones que ingiere a diario.

Movimiento.

El ejercicio es básico para bajar de peso, pero se necesita hacer una actividad para trabajar directamente el abdomen, comenta Suyapa Padilla, licenciada en educación física.

Detalla que una forma muy simple de trabajar la sección media del cuerpo, abdominal, es contraer los músculos de la zona. Esto genera una mayor utilización de energía y un mayor trabajo físico de los músculos.

Esto es sencillo de hacer, durante el trabajo aeróbico, debe contraer los músculos del abdomen (se ponen duros) durante los últimos minutos de cada parte de la rutina. Esto se hace mientras camina, corre, sube una escalera o cualquiera sea la rutina. Detalla que la contracción debe durar unos treinta segundos, y luego un periodo de relajación de quince. Siempre haga abdominales.

Bien hidratado

El especialista en nutrición Richard Marine comenta que mantener una buena ingesta de líquidos no solo contribuye a que la persona se sienta bien y a que mejore su salud, también es una importante fuente de belleza: ayuda a conservar la piel hidratada y a tener un aspecto saludable.

El agua sigue siendo el hidratante por excelencia; sin embargo no es el único, bebidas como los refrescos, café, té o gaseosas están compuestas entre un 90% y un 99% de agua y por eso contribuyen con el objetivo de alcanzar un nivel óptimo de hidratación.

Los alimentos también son fuente de líquido, se debe tomar en cuenta que las personas hidratan su cuerpo al tomar cualquier tipo de bebida como al comer alimentos que contienen agua de manera natural o agregada durante su preparación. Los alimentos contribuyen un 20% en la ingesta total de agua, mientras que las bebidas representan el restante 80%.

En condiciones normales ambientales y nivel de actividad, la ingesta adecuada para individuos sanos de 19 años o más es de 3.7 litros para hombres y 2.7 litros para mujeres, para niños de 6 años en adelante es de 1.5 litros, de la cual la mayoría debe ser obtenida de los alimentos. En el caso de los bebés, la lactancia proporciona los líquidos. Para los adultos mayores, se recomienda ingerir 2 litros .