Doctora Corazón, soy divorciada y comencé a andar con un hombre. Al principio todo iba muy bien, era muy atento, me atendía y se la pasaba de meloso conmigo.
Obviamente yo con él era igual. Pero conforme pasó el tiempo fue cambiando, se volvió posesivo, de todo quería estarme checando, se ponía celoso de todo, de que saliera con mis hijos o hasta con algunos familiares.
Siempre me dice que va a cambiar, que lo comprenda y termino por darle otra oportunidad, pero creo que siempre será lo mismo con él.
Soy una señora solvente, pero que anda jugando al amor con alguien que al parecer no termina de madurar ¿Qué me recomiendas hacer? . María Fernanda, 50 años
Respuesta
Querida María Fernanda, fíjate lo que escribes: “Soy una señora solvente, pero que anda jugando al amor”. Si para ti la relación es un juego, ¿de qué te quejas?
Escogiste al “quinceañero” perfecto para jugar el juego. Cuando tú decidas dejar de jugar posiblemente la relación cambie de nivel. ¿Sabes qué es lo que realmente quieres? Seguramente algo habrás aprendido de tu divorcio, entonces, insisto en preguntar, ¿realmente quieres dejar de jugar al amor? Revísalo.
Obviamente yo con él era igual. Pero conforme pasó el tiempo fue cambiando, se volvió posesivo, de todo quería estarme checando, se ponía celoso de todo, de que saliera con mis hijos o hasta con algunos familiares.
Siempre me dice que va a cambiar, que lo comprenda y termino por darle otra oportunidad, pero creo que siempre será lo mismo con él.
Soy una señora solvente, pero que anda jugando al amor con alguien que al parecer no termina de madurar ¿Qué me recomiendas hacer? . María Fernanda, 50 años
Respuesta
Querida María Fernanda, fíjate lo que escribes: “Soy una señora solvente, pero que anda jugando al amor”. Si para ti la relación es un juego, ¿de qué te quejas?
Escogiste al “quinceañero” perfecto para jugar el juego. Cuando tú decidas dejar de jugar posiblemente la relación cambie de nivel. ¿Sabes qué es lo que realmente quieres? Seguramente algo habrás aprendido de tu divorcio, entonces, insisto en preguntar, ¿realmente quieres dejar de jugar al amor? Revísalo.
