No te preocupes por su reciente rebeldía, porque es normal. No te canses de repetirle el ‘no’ tantas veces como sea necesario. Recuerda que lo que hoy está prohibido debe estarlo también mañana.
Normas concisas
Las reglas deben ser pocas, pero claras, concisas y firmes cuando se trata de niños menores de seis años. Habla con tu pareja de antemano y pónganse de acuerdo sobre ellas para que luego no caigan en contradicciones que mermarían su autoridad y desconcertarían a sus hijos. Para que tus indicaciones resulten más efectivas, recuerda:
Cada vez que digas “no”, hazlo de forma firme, sin gritar pero con seguridad, y mirándole muy seria a los ojos.
Dale explicaciones cortas y sencillas que le ayuden a entender que existe un motivo para tu negativa (“no puedes subirte a ese tobogán porque es muy alto y puedes caerte”).
Antes de que haga lo que no debe, apártale del objeto o del lugar de discordia ofreciéndole un juguete o proponiéndole una actividad interesante.
No dejes que una rabieta o un llanto desconsolado le hagan salirse con la suya. Si te ablandas, ya sabrá lo que tiene que hacer la próxima vez para conseguir que claudiques.