Turismo con sentido feminista y muy relax

Viajar sola o con amigas se ha convertido en toda una experiencia que empodera nuestro género

  • 16 may 2017

Razones para viajar sola sobran: Olvidar un mal amor, sobreponerse a la muerte de un ser querido, reencontrarse con una misma, conocer nuevas amistades o celebrar un ascenso profesional o un logro personal. A aquellas que les parece muy arriesgado viajar hasta el otro lado del mundo, muy al estilo de la protagonista del libro y la cinta “Comer, Rezar y Amar” (toda una inspiración para las mujeres), una opción es hacerlo en un resort todo incluido en tu propio país.

Que viajar educa y el conocimiento da poder es innegable. Hacerlo sola o sólo entre mujeres, además, es un acto de independencia y reapropiación del espacio, coinciden viajeras y especialistas en estudios de género.

A la par, en los últimos años la industria turística se ha percatado del interés que despierta el aspecto social de los viajes: cada vez hay más propuestas que acercan a los visitantes con la gente local. No sólo se da un intercambio cultural auténtico, sino que hay una derrama económica que favorece a la comunidad.

Experiencias con causa. Para explorar el mundo con una mirada femenina existen varias opciones; por ejemplo, los viajes organizados por la agencia especializada Focus on Women, fundada en 2009 por Alice Fauveau. Sus servicios conectan a viajeras que deciden ir en grupo con anfitrionas locales.

En el mismo canal está la labor de ViaVia Jogjakarta, la propuesta indonesia del proyecto de turismo sostenible ViaVia, fundado a mediados de los 90 y presente en destinos como China, Argentina y Senegal. Jennifer Chan, viajera mexicana, halló este proyecto cuando buscaba un sitio rico para comer. Ella y su madre eligieron un tour gastronómico a puestos callejeros, en moto.