Ajo: Su consumo se recomienda a personas con cáncer. Además reduce los triglicéridos, baja el colesterol, la presión arterial, las diarreas y el dolor de las articulaciones.
Arándanos: Son antibacteriales, ayudan al estómago y la vejiga, protegen la vista. Ayudan a eliminar la grasa del abdomen.
Brócoli: Se le reconocen propiedades anticancerígenas, también ayuda a prevenir herpes y úlceras.
Regula el azúcar e insulina en la sangre. Estimula al cerebro, agiliza los reflejos y aumenta la capacidad para pensar.
Frijoles: Ayudan a reducir triglicéridos y colesterol, regulan el azúcar de la sangre, disminuyen la glucosa, neutralizan el ácido del estómago, fortalecen los huesos.
Miel: Proporciona energía sin exceso de grasa, alivia la tos, el dolor de garganta y la colitis. También ayuda a las heridas y quemaduras de la piel.
Papa: Previene ataques cardiacos, derrames cerebrales y las cataratas. Estabiliza los niveles de azúcar en sangre y mejora la salud de los riñones.
Pescado: Proporciona ácidos grasos de Omega 3, que ayudan al sistema cardiovascular y previenen el cáncer, además de que estimulan el cerebro.
Té verde: Previene el cáncer, las úlceras y es antibacterial, además de que sirve para bajar de peso. Junto con el té negro ayuda al corazón y disminuye la presión arterial y la grasa de todo el cuerpo en especial la que se concentra en arterias.
Yogur: Elimina bacterias de la flora intestinal y contribuye a un buen funcionamiento del sistema inmunológico. Protege ante alergias, infecciones del estómago, diarreas y resfriado.