26/04/2024
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El mercado se prepara para otra rebaja de la deuda de Petrobras

  • 02 abril 2015 /

Si Standard & Poor’s o Fitch Ratings Inc. siguen el mismo camino, la petrolera será considerada un ángel caído pleno.

Río de Janeiro, Brasil

Petróleo Brasileiro SA, la mayor empresa de Brasil por ingresos, ha perdido su calificación de grado de inversión de Moody’s Investors Service y está en peligro de sufrir rebajas de otras firmas en momentos en que enfrenta las
consecuencias financieras de un escándalo de corrupción.

Para algunos inversionistas en bonos, este es el momento de comenzar a comprar. Eso se debe a que las empresas que se tambalean hacia el territorio de bonos chatarra —que en la jerga se denominan ángeles caídos— suelen registrar un aumento en el valor de su deuda luego de la rebaja conforme los inversionistas que buscan valores de altos rendimientos se abalanzan sobre esos bonos.

Si Standard & Poor’s o Fitch Ratings Inc. siguen el mismo camino, la petrolera será considerada un ángel caído pleno. S&P decidió el 23 de marzo mantener su calificación de grado de inversión.

Fitch tiene a Petrobras sólo un peldaño por encima del territorio chatarra. Petrobras tiene unos US$56.000 millones en bonos en circulación y sería el mayor ángel caído desde al menos 2005, según datos de J.P. Morgan Chase & Co. Eric Fine, que administra US$243 millones del Unconstrained Emerging Markets Bond Fund, de Van Eck Global, afirma
que comenzó a comprar los bonos de la empresa “cuando pasaron a cotizar a precios que ya reflejan una rebaja”.

Al 28 de febrero, el fondo de Van Eck tenía alrededor de 4% de sus activos en bonos de Petrobras, según documentos presentados ante los reguladores.

Una segunda rebaja de Petrobras también obligaría a los gestores de fondos limitados a deuda de grado de inversión a salir a vender, lo que causaría un reacomodamiento en un índice de J.P. Morgan que sigue el desempeño
de bonos corporativos chatarra de mercados emergentes.

Petrobras constituiría casi 12% del índice, lo que llevaría a un pequeño grupo de gestores que siguen su desempeño a vender sus activos existentes para hacer lugar a los bonos de Petrobras.

“Será un emisor tan grande en el índice de altos rendimientos que creará ineficiencia y distorsiones en los mercados”, dice Samy Muaddi, gestor de portafolio de estrategias de bonos empresariales de mercados emergentes
de T. Rowe Price Group Inc.

La firma tiene menos en bonos de Petrobras de lo que estipula el índice. La mayoría de los gestores de bonos de países en desarrollo sigue un índice más amplio que elabora J.P. Morgan y que incluye empresas de altos rendimientos y grado de inversión.

Menos de US$100.000 millones invertidos en fondos están colocados según ese índice, señala el banco. Otra rebaja está al acecho, mientras Petrobras intenta contener el impacto de una investigación sobre corrupción que llevó
a la renuncia de la presidenta ejecutiva, Maria das Graças Silva Foster; el director de finanzas, Guilherme Barbassa; y otros cuatro altos ejecutivos.

El enorme escándalo, que ha involucrado a políticos de alto nivel y numerosas empresas brasileñas, amenaza
con reducir el crecimiento del país este año. La empresa, que desde agosto no divulga resultados financieros
auditados, ha quedado marginada de los mercados de capitales, por lo que se vio obligada a recortar
la producción y desacelerar su expansión debido a sus problemas para generar efectivo.

Los precios de los bonos de Petrobras ya han caído drásticamente conforme su perfil de crédito empeoró y algunos inversionistas abandonaron el barco. Sin embargo, han mostrado algunas señales de vida últimamente.

El precio de la deuda de Petrobras que vence en marzo de 2024 ha subido 4% desde la rebaja de Moody’s a fines
de febrero, a 96,1 centavos por dólar, según MarketAxess.

Algunos inversionistas apuestan a que el gobierno ayudará a la empresa de ser necesario. Como motivo de su decisión de no rebajar a Petrobras, analistas de S&P citaron “una probabilidad muy alta de un apoyo extraordinario
del gobierno en un escenario problemático”. Como empresa independiente, afirmó S&P, la calificación de crédito de Petrobras sería de chatarra.

El miércoles, el Banco de Desarrollo de China le envió un salvavidas a Petrobras con un acuerdo de financiamiento de
US$3.500 millones.

Los inversionistas, sin embargo, son escépticos respecto de la capacidad de ese tipo de arreglos para cubrir su brecha de financiación en los próximos años.

En HSBC Global Asset Management, los gestores eligieron algunos bonos de Petrobras entre noviembre y enero, tras evitarlos por cerca de un año, dice Guillermo Osses, director de portafolio de deuda de países emergentes.

El destino de Petrobras está entrelazado con el de su país, agrega. HSBC gestiona US$149.000 millones en activos
de mercados emergentes.

En los últimos años, Petrobras aprovechó el apetito de los inversionistas por bonos de países en desarrollo y asumió mucha deuda. Desde 2011, ha aumentado su pasivo en 63% a US$135.000 millones hasta el tercer trimestre de 2014. Cerca de 60% de su deuda es en dólares, según Nymia Almeida, analista principal de Petrobras en Moody’s. Con la financiación extranjera, la empresa pudo incrementar la producción y descubrió importantes
reservas petroleras.

Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado últimamente. Una desaceleración en China y el probable aumento de las tasas de interés de EE.UU. han golpeado la economía del país. El real se ha debilitado, lo que deja a Petrobras en una posición precaria: la cantidad de deuda que les debe a sus acreedores crece cada día que el real cae frente
al dólar