Nuestro pueblo posee una creciente madurez política que ya no responde automáticamente a recurrir a conductas irrespetuosas del honor y respeto que sus compatriotas merecen.
Deben formarse cuadros de jóvenes líderes de ambos sexos, imbuidos de la historia del país y del partido, de sus estatutos, postulados, filosofía, para que ellas y ellos, a su vez, recorran Honduras.