San Pedro Sula, Honduras.
Delito
Un equipo de Fusina fue asignado para investigar el caso. José Antonio Coello, vocero de Fusina, expresó que los militares son los responsables de la protección de la flora y fauna, por lo que ya tienen personal en el departamento de Yoro para capturar a los responsables de la cacería de cocodrilos y otros animales silvestres.
Alex Vallejo, jefe de la Oficina de protección de Vida silvestre del Instituto de Conservación Forestal (ICF), aseguró que la cacería de animales silvestres, como los cocodrilos, no está permitida en Honduras. El funcionario explicó que la caza de cocodrilos es un delito que se paga cárcel y no es sujeto a fianza.
La Ley Forestal no permite la cacería de animales silvestres, por lo que quienes participan en este tipo de actividades lo hacen de forma ilegal.
Los únicos permisos relacionados con cocodrilos son para el cultivo de dicha especie; pero para obtener ese tipo de licencias, las autoridades ambientales hacen constantes evaluaciones en los criaderos.
“El cocodrilo es una especie protegida bajo la Convención Internacional por el Tráfico Ilegal de Flora y Fauna Silvestre en peligro de Extinción (Cites) a la que Honduras está suscrita desde hace varios años. “En caso de que las personas se encuentren con un cocodrilo tienen que reportarlo a las autoridades correspondientes para que procedan con la captura y bajo las medidas de seguridad trasladarlo a un lugar adonde no cause problemas”, explicó el funcionario.
“Tenemos información que en Yoro hay personas que se dedican a la cacería ilícita, las que de ser capturadas deben ser castigadas”, expresó Vallejo.
La difusión de fotografías sobre la caza y muerte de animales en las redes sociales nuevamente ha llevado a las autoridades a abrir una investigación en busca de los depredadores de la fauna silvestre en el país.
El fin de semana circularon imágenes de un supuesto cazador que subió fotografías a su perfil de Facebook donde se muestra la caza de un cocodrilo, supuestamente en El Progreso, Yoro, a orillas del río Ulúa.
Las fotos -además- muestran al reptil amarrado cuando es transportado en la paila de un carro y luego cuando un grupo de personas le quitan la piel con filosos cuchillos.
 El animal tras ser sacrificado, acá solo su cabeza.
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 En las redes sociales han compartido estas imágenes de la caza y sacrificio del animal.
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Un equipo de Fusina fue asignado para investigar el caso. José Antonio Coello, vocero de Fusina, expresó que los militares son los responsables de la protección de la flora y fauna, por lo que ya tienen personal en el departamento de Yoro para capturar a los responsables de la cacería de cocodrilos y otros animales silvestres.
Alex Vallejo, jefe de la Oficina de protección de Vida silvestre del Instituto de Conservación Forestal (ICF), aseguró que la cacería de animales silvestres, como los cocodrilos, no está permitida en Honduras. El funcionario explicó que la caza de cocodrilos es un delito que se paga cárcel y no es sujeto a fianza.
La Ley Forestal no permite la cacería de animales silvestres, por lo que quienes participan en este tipo de actividades lo hacen de forma ilegal.
Los únicos permisos relacionados con cocodrilos son para el cultivo de dicha especie; pero para obtener ese tipo de licencias, las autoridades ambientales hacen constantes evaluaciones en los criaderos.
“El cocodrilo es una especie protegida bajo la Convención Internacional por el Tráfico Ilegal de Flora y Fauna Silvestre en peligro de Extinción (Cites) a la que Honduras está suscrita desde hace varios años. “En caso de que las personas se encuentren con un cocodrilo tienen que reportarlo a las autoridades correspondientes para que procedan con la captura y bajo las medidas de seguridad trasladarlo a un lugar adonde no cause problemas”, explicó el funcionario.
“Tenemos información que en Yoro hay personas que se dedican a la cacería ilícita, las que de ser capturadas deben ser castigadas”, expresó Vallejo.
