L2,900 millones costaría reforestar áreas quemadas

De enero a marzo del presente año, 1,105 siniestros devoraron unas 64,000 hectáreas de bosque. Regenerar una hectárea dañada requiere una inversión de casi L45,000.

Foto: Archivo.

En marzo pasado, el fuego arrasó unas 64,000 hectáreas, lo que equivale a que se perdió un área de bosque equivalente a 89,600 estadios como el Olímpico.

mié 17 de abril de 2024

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TEGUCIGALPA

La oscura noche se manchó con un rojo bermellón y a lo lejos se observó cómo enormes llamas de fuego se extendían por los largos campos verdosos de La Tigra en la capital, que a su paso iban consumiendo incontrolablemente la vegetación.

El viento sacudió las brasas y las chispas de fuego, haciéndolas saltar y posicionándolas en las partes más altas del bosque, una situación desafiante que impedía sofocar el incendio.

Vecinos y personal de socorro intentaron apagar las llamas; sin embargo, se volvió una ardua labor. El siniestro había devorado varias áreas verdes, dejando en escombros lo que era el hábitat de la fauna hondureña.

Dato
  • > 80% de los incendios forestales son causados por la mano humana, ya sean incendiarios o pirómanos.

Será difícil y costoso recuperar estas parcelas. No digamos la inversión necesaria para reforestar las casi 63,400 hectáreas de bosque quemadas entre enero y marzo de 2024, según datos oficiales.

Se estima que se requerirá un desembolso de unos 2,900 millones de lempiras para restaurar esa cantidad devastada, según proyecciones de la Unidad de Datos de LA PRENSA Premium.

¿De dónde sale ese valor? Pues el costo promedio para recuperar una hectárea de bosque dañada por el fuego se acerca a los 45,000 lempiras, según datos que maneja el Instituto de Conservación Forestal (ICF) en un informe donde proyectan la inversión requerida para trabajos de reforestación.

En ese sentido, se multiplicó ese dato por la cifra de hectáreas impactadas por incendios.

Daños

Estos siniestros no solo son una amenaza para la biodiversidad, pues también afectan la economía del país y la salud pública. Por ende, resulta importante que el Gobierno hondureño apruebe los presupuestos necesarios para que las instituciones encargadas puedan restaurar el ecosistema.

Regenerar una hectárea de bosque quemada implica altos costos, más si se trata de áreas protegidas, ya que se requiere contratación de personal, adquisición de semillas de diversas especies o la implementación de tecnologías innovadoras que faciliten la restauración completa de las áreas afectadas.

Cristian Sevilla, portavoz del Cuerpo de Bomberos, enfatizó en la importancia de que las instituciones competentes no solo identifiquen recursos y fortalezcan las actividades de reforestación, sino que realicen un seguimiento riguroso.

Estas labores suelen descuidarse, lo que siempre se resuelve en datos negativos y al final son una pérdida de recursos económicos, lamentó Sevilla.

No obstante, los expertos apuntan a que se debe reservar presupuesto en la prevención (establecer cortafuegos y la educación del manejo sostenible de áreas verdes, por ejemplo).

Para saber
  • > 113,000 Lempiras es el costo de regenerar el bosque de una hectárea de área protegida. Es el tipo de suelo más costoso a recuperar, pues para ello en promedio una hectárea de área verde ronda los 45,000 lempiras, según proyecciones del ICF.

En torno al seguimiento, Javier Gutiérrez, coordinador del Programa Nacional de Reforestación del ICF, detalló a LA PRENSA Premium que un área reforestada requiere cuidados continuos, como “prevención contra incendios, rondas cortafuego, quemas controladas de reducción de combustible (dependiendo la edad y altura de las plantas), comaleo de las plantas y, si la zona y el presupuesto lo permiten, programas de fertilización”.

Sin embargo, “es más fácil y más barato proteger que restaurar”, reflexionó.

El ICF ha planeado intervenir entre 2024 y 2030 un poco más de 2,150 hectáreas -dañadas en las décadas pasadas-, para lo cual se necesitan 96,700 millones de lempiras.

Cifras

En el primer trimestre de este año hubo 1,105 incendios forestales en Honduras, pero los expertos temen que el número aumente de forma considerable con los registros de abril -cuando todavía se vive la temporada alta de incendios.

En cuanto a números, los departamentos más impactados han sido Francisco Morazán (284), Olancho (147) y Yoro (135).

Sin embargo, desde el punto de vista de extensión alcanzada, el listado cambia un poco: Gracias a Dios es el departamento más perjudicado, pues perdió 17,601 hectáreas de bosque. Le siguen Francisco Morazán (13,920 ha) y Yoro (8,264 ha).

Según los datos del ICF analizados por este medio, ocho de cada diez incendios forestales ocurridos en Honduras son causados por la mano humana, entre incendiarios (persona que incendia por maldad o un propósito) o pirómanos (que tiene placer por el fuego).

Las causas restantes se deben a quemas agrícolas, quema de basura, ganadería, entre otros.

“Este es producto de la actividad humana. Entre la actividad humana hay muchos factores, están los pirómanos, los que le meten fuego intencionalmente”, explicó el teniente Cristian Sevilla, del Cuerpo de Bomberos.

Sin embargo, el ministro del ICF, Luis Edgardo Solís, sostuvo que en ese mar de cifras no hay que olvidar que “el 85% de la deforestación en el país es (por) ganadería”.

$!El 80% del territorio hondureño es de vocación forestal, según datos del ICF.

Castigo

El artículo 327 del Código Penal Vigente penaliza a los causantes de quemas forestales: “Quien provoca un incendio en terrenos forestales, masas boscosas o en zona vegetal protegida por su valor ecológico, debe ser castigado con las penas de prisión de cinco (5) a ocho (8) años y multa de doscientos (200) a quinientos (500) días”.

Sin embargo, Solís denunció que no se ha detenido a los responsables en la mayoría de casos.

Por su parte, el portavoz del Ministerio Público, Carlos Vallecillo, dijo que realizan las investigaciones pertinentes, pero una gran barrera es la poca colaboración en las pesquisas.

“Generalmente, la gente no quiere colaborar con las autoridades, porque en circunstancias la gente sabe quién es la persona que inicia los incendios, pero por represalia o porque son sus vecinos no dicen nada”, expuso.

Es importante mencionar que para contrarrestar estos incendios los combatientes deben enfrentar diferentes desafíos, una labor que lleva consigo un alto grado de dificultad. “El terreno irregular, el terreno inclinado, los cambios de viento, la temperatura, la humedad relativa al aire, todo eso son las dificultades que tenemos a la hora de combatir los incendios forestales”, explicó el portavoz de Bomberos.

El teniente también contó que controlar un fuego intenso tiene muchas complicaciones. “Hay que estar pendientes del cambio del viento, hay que estar pendientes de la humedad relativa del agua, hay que estar pendiente de los cambios de atmósfera, hay que estar pendiente del tipo de maleza que hay en el lugar y estar pendiente que otras instituciones no hagan contrafuego hacia donde están nuestros combatientes forestales”.

Por lo pronto, los apagafuegos y cuadrillas siguen activas, pues la temporada de incendios no concluye. Quizá solo falten pocos días para las lluvias, pero un incendio de grandes proporciones puede desencadenarse en apenas unas horas.