Virginia, Estados Unidos.
El cadáver de una persona con obesidad generó gran calor cuando era incinerado, al punto que el crematorio prendió en llamas cuando los empleados lo incineraban. El hecho ocurrió en el condado de Henrico, Virginia, EUA.
El fuego se desató cuando un empleado del crematorio pretendió incinerar los restos de un hombre de 225 kilogramos.
Según el periódico La Crónica el incendio se generó debido a la gran cantidad de grasa acumulada en el cuerpo del occiso, la cual se convirtió en aceite generando una combustión con el fuego, lo cual se transformó en grandes llamaradas que alcanzaron materiales que rápidamente se consumieron.
Los empleados del lugar afirmaron que el cadáver era de un hombre de unos 225 kilogramos. Las llamas llegaron hasta el techo del lugar, algo que nunca había sucedido en los 20 años en los que ha funcionado el negocio, puesto a que no habían cremado a alguien con esas proporciones.
Las normas de incineración destacan que un cuerpo de aproximadamente 136 kilogramos requiere de cuatro a cinco horas para finalizar el proceso, mientras que un cuerpo más grande necesita que se le proporcione un calor moderado y constante, para que el cuerpo no se caliente demasiado y no genere este tipo de accidentes.
El cadáver de una persona con obesidad generó gran calor cuando era incinerado, al punto que el crematorio prendió en llamas cuando los empleados lo incineraban. El hecho ocurrió en el condado de Henrico, Virginia, EUA.
El fuego se desató cuando un empleado del crematorio pretendió incinerar los restos de un hombre de 225 kilogramos.
Según el periódico La Crónica el incendio se generó debido a la gran cantidad de grasa acumulada en el cuerpo del occiso, la cual se convirtió en aceite generando una combustión con el fuego, lo cual se transformó en grandes llamaradas que alcanzaron materiales que rápidamente se consumieron.
Los empleados del lugar afirmaron que el cadáver era de un hombre de unos 225 kilogramos. Las llamas llegaron hasta el techo del lugar, algo que nunca había sucedido en los 20 años en los que ha funcionado el negocio, puesto a que no habían cremado a alguien con esas proporciones.
Las normas de incineración destacan que un cuerpo de aproximadamente 136 kilogramos requiere de cuatro a cinco horas para finalizar el proceso, mientras que un cuerpo más grande necesita que se le proporcione un calor moderado y constante, para que el cuerpo no se caliente demasiado y no genere este tipo de accidentes.
