16/04/2024
12:06 AM

Hasta acoso sufren los universitarios en buses

Autoridades de la Unah-vs piden regreso de policías y militares para frenar a delincuentes.

San Pedro Sula, Honduras.

Aunque se han visto esfuerzos por reducir los delitos en los buses interurbanos, esto no se evidencia a cabalidad en las unidades de la ruta 7 que transportan a los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs).

Los riesgos han disminuido, pero ahora se suman casos de acoso sexual con los que tienen que lidiar a diario, denuncian las jóvenes del Alma Máter.

Una universitaria de la colonia Montefresco, que pidió la omisión de su nombre, dice que hace unos días fue acosada por un hombre en una de las unidades de la ruta 7, cuando iba hacia la universidad.

La joven comenta que el hombre se sentó a su lado y la amenazó con matarla si no hacía lo que él quería. Le pidió que enseñara las piernas y que “no hiciera ruido”.

Ante dicha situación, los demás pasajeros -que se percataron de lo que ocurría- se mostraron indiferentes por el miedo, porque el hombre estaba armado.

Un aspecto no menor entre los problemas que atacan a la población estudiantil son los asaltos. Los alumnos que utilizan con frecuencia esta ruta dicen que los asaltos suceden en el momento menos esperado y por eso piden que el patrullaje sea permanente.

“Venía en el bus de la ruta 7 cuando una persona en el asiento de atrás me quitó el teléfono, pero gracias a Dios solo fue eso”, manifiesta Abner Murillo, estudiante de la carrera de Odontología en la Unah-vs.

“Uno se siente más seguro al ver a los militares aquí (afuera de la universidad)” indicó Cantalicio Paz, otro de los alumnos que ha sido testigo de los delitos cometidos.

Un joven, que pide no ser identificado, comenta que se mudó de Jardines del Valle a Villas del Sol para tener la opción de caminar hacia el centro educativo y así evitar futuros asaltos en los buses, de los que ya fue víctima.

“Los asaltos han disminuido un poco estos días, pero comúnmente los buses son asaltados en horas de la tarde en los sectores que están alrededor de la Unah-vs y en el área de viveros”, dice René Pineda, despachador de buses de la ruta 7 en la terminal universitaria.

Las autoridades universitarias reconocen la presencia policial en las unidades de transporte; no obstante, aseguran que ha sido intermitente e inconstante en los últimos meses.

Intervención es limitada

Francisco Herrera, director de la Unah-vs, admite que la intervención del centro es limitada en estos casos.

“Estuvimos contando con algunas patrullas que circularon constantemente en un período de un mes y medio. Posterior a ello no hemos tenido una presencia tan constante, habitual, como en los meses pasados”.

El funcionario asegura que no ha recibido denuncias concretas por parte de los estudiantes, aunque afirma que la población estudiantil clama por seguridad en los buses que la transporta.

“Los asaltos habían disminuido notablemente debido a la presencia militar y asumo que por razones del Mes de la Patria han asignado personal a otras áreas y no han podido dar la cobertura, pero no hemos tenido comunicación con las autoridades policiales nuevamente”, indica.

En este sentido, la dirección de la Unah-vs llama a los estudiantes a que denuncien los hechos cada vez que se les violenten sus derechos.

“Deben acudir lo más pronto posible al comisionado universitario a interponer las denuncias para proceder con prontitud”, dice Francisco Herrera. No obstante, los casos de asalto han disminuido en el campus universitario, asegura.

“Seguridad es pareja”

El subcomisionado Eduardo Sánchez Castillo, jefe de Umep 5, dice que no se pueden tener patrullajes permanentes en la Unah-vs, porque “deben brindar seguridad a todo un sector”.

“No podemos como institución tener gente asignada a instituciones particulares, porque la seguridad debe de ser proporcional a la población”, añade el subcomisionado Daniel Matamoros, jefe regional de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina).

El subcomisionado Daniel Matamoros reconoce que es muy difícil revisar cada bus, sobre todo en horas pico, pues la cantidad de jóvenes que sube a las unidades es alta.