17/04/2024
12:16 AM

Garífunas honran con sus tambores y ofrendas a la Virgen de Suyapa

La pastoral garinagu impuso su ritmo alegre y ofreció su herencia culinaria a la Virgen, una mujer de su etnia. Hoy continúan los festejos.

Tegucigalpa, Honduras

“¡Uweiriguni, aganba wamir, keimein sungubei, ítara la, uguchili Bungiu!”, exclamaba al unísono la hermandad garífuna congregada en el santuario de Suyapa, mientras sonaban los tambores y las maracas.

Así los devotos de esta etnia entonaban en su lengua nativa el cántico de “¡Grandeza, escuchándolo, unámonos todos, amén, Dios Padre!”, durante el desfile para entregar sus ofrendas a la Patrona de Honduras.

Y es que el octavo día de la novena a Santa María de Suyapa se celebró al ritmo de la punta, los cánticos efusivos y el sabor culinario del pueblo garífuna.

El hito milagroso, cuando la virgencita se volvió hondureña, cumplirá próximamente 268 años, lo que significó motivo de alegría para la pastoral de esta etnia, conocida como garínagu.

Los fieles devotos trajeron desde Atlántida y la costa norte su espíritu fraternal.

Al momento del ofertorio, las damas danzaron en el pasillo del templo mientras llevaban en sus manos cestos con pan de coco, tabletas, cazabe, naranjas y montucas, entre otros productos de su gastronomía.

El obispo de La Ceiba, Miguel Leninhan, responsable de la pastoral garífuna y oficiante de la misa, recibió con el mismo gesto cultural las ofrendas.

Al pie del altar de la Morenita quedaron las muestras de la herencia culinaria, como señal de agradecimiento por la protección maternal.

La solemnidad eucarística se fusionó con los ritmos y las entonaciones vivaces de los garífunas, quienes plasmaron una devoción fraternal al tomarse de las manos durante los cánticos.