Santa Cruz de Yojoa, Honduras.
“Apenas logré sacar la ropa que traigo puesta. El agua me llevó toda la cosecha de maíz que tenía almacenada en la casa”, lamentaba ayer el campesino Óscar David Barahona, mientras permanecía en el bordo del río Potrero, cuyas aguas anegaron la comunidad de El Olivo.
El anciano es un miembro de las 60 familias que resultaron afectadas por la rotura de un bordo por las embravecidas aguas de ese caudal, el cual cada año inunda las partes bajas de este municipio.
“El año pasado, las autoridades municipales nos prometieron que nos iban a reubicar en una zona no inundable, pero eso quedó en simples promesas y aquí continuamos sufriendo por los embates de la naturaleza”, agregó Barahona.
Su compañera de hogar y sus hijos se encuentran albergados junto con el resto de los damnificados en el centro comunal de San Luis Zacatales y otros en la aldea El Llano, auxiliados por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco). La inundación en ese sector se registró la tarde del miércoles luego de varias horas de lluvia. Hasta ayer, los niveles de agua se mantenían casi igual. A varias viviendas apenas se les observa el techo.
Al igual que en Santa Cruz, autoridades de los comités de emergencia de los municipios de Potrerillos, El Progreso, Santa Rita, Puerto Cortés, entre otros, reportaron inundación de barrios por aguas lluvias, pero sin mayores consecuencias.
 Un habitante de la comunidad El Olivo se aleja de su vivienda, la cual se llenó por el desbordamiento del río Potrero, norte de Santa Cruz de Yojoa.
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Piden ayuda
Otro de los que apenas logró sacar sus pertenencias personales ante la crecida del río Potrero es Erasmo Lemus Vásquez. Al igual que el resto de afectados hizo un llamado a las autoridades locales para que en el menor tiempo posible refuercen la estructura del bordo que protege a la zona, ya que de presentarse otra crecida el daño podría ser mayor.
Alex Estévez, comisionado regional de Copeco, visitó la zona y a las familias albergadas. “Ya les traíamos alimentos y estamos haciendo una evaluación de los daños ocasionados a las viviendas y a los cultivos para poder ayudarlos mejor”. Agregó que las lluvias también los obligó a evacuar siete familias de la comunidad Nueva Chamelecón, donde se presentó un deslizamiento de tierra.
Estos fueron llevados a albergues por mientras mejora el tiempo. “La población no debe confiarse, pues esperamos que las lluvias cesen este fin de semana, pero se espera el ingreso de otro frente frío la próxima semana. Todos debemos estar atentos de los niveles de los ríos”, apuntó.
Marvin Perdomo, coordinador del Comité de Emergencia de El Progreso, dijo que en ese lugar varias quebradas saltaron las carreteras, lo cual atrasó el paso de vehículos.
 Los vecinos sacaron sus pertenencias al bordo.
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