Unos cien conductores de los denominados microbuses “brujos” ayer volvieron a ocasionar un desastre vehicular en la capital. Las movilizaciones pacíficas a las que recurre este segmento del transporte no son más que una presión para conseguir su propósito de legalización.
Lea: Así extorsionan a transportistas
Desde las 9:00 am que comenzó la protesta, los ciudadanos que quedaron atrapados en el inmenso tráfico que se prolongó desde el bulevar Comunidad Económica Europea, frente al aeropuerto Toncontín, hasta el Congreso Nacional.
El titular de la Dirección General de Transporte (DGT), Yovany Dubón, reiteró que no cederán a ninguna presión de los transportistas, pues la demanda del servicio está cubierta. Aclaró que no hay ni habrá forma de que estas unidades sean legalizadas.