15/05/2024
04:41 PM

Pobladores de Gualcinse dispuestos a levantar la iglesia

El domingo habrá un cabildo abierto para organizarse y empezar a hacer actividades para la reconstrucción del templo.

Gualcinse, Lempira, Honduras.

Los pobladores del municipio de Gualcinse, Lempira, todavía miran con incredulidad las ruinas de la iglesia colonial que fue consumida por las llamas el fin de semana.

Pero, están dispuestos a luchar y a salir adelante por lo que el alcalde Marco Tulio García está haciendo un llamado a los Gualcinses para que asistan este domingo a las 9:00 de la mañana a un cabildo abierto para organizarse y empezar con gestiones y actividades para levantar el templo.

Personal de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) ya realizó una inspección y el viernes llegará una comisión de antropología e historia al lugar para elaborar un informe.

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El alcalde dijo que se perdieron millones de lempiras porque había riqueza patrimonial antigua. 'El pueblo está triste pero nos levantaremos' dijo.

Llamamos a los hijos de Gualcinse que se han ido a vivir a otras ciudades a que se unan y que ayuden al pueblo que los vio nacer enfatizó.

Recomendaciones de Copeco

Copeco recomendó a las autoridades municipales coordinar la protección de las paredes que quedaron para evitar que cedan por las lluvias, además restringir el acceso de personas al lugar dado el recalentamiento de los escombros y además que la Enee realice una revisión del cableado que se encuentra cerca del inmueble.

El domingo el sacerdote de la parroquia celebrará una misa y posteriormente el cabildo abierto.

Los feligreses del lugar hacen el llamado al Gobierno de la república para que por medio del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Instituto de Turismo y cualquier otra instancia les apoyen a la reconstrucción de su catedral, la cual era admirada y visitada por turistas nacionales y extranjeros.

El edificio arquitectónico que data de la colonia, fue construido por los españoles a mediados del siglo XVII y en su interior se encontraban hermosos retablos revestidos de oro, pinturas, cuadros e imágenes de alto valor histórico según el Instituto Hondureño de Antropología e Historia pero de incalculable valor religioso para la feligresía católica de la zona que concurría a ese santuario a las homilías y actos religiosos en demostración de su fe, de lo cual solo queda el recuerdo.