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Desde 2008 le seguían los pasos a Rubén Mejía, alias Yuquita

  • 27 enero 2015 /

La estructura del desaparecido fue liquidada en un año. Ayer se aseguraron casas en San Pedro Sula y Omoa.

San Pedro Sula, Honduras.

La Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) desde 2008 le seguía los pasos a Rubén Alberto Mejía Mejía (40) alias Yuquita.

Un informe elaborado por esa institución identificó que la estructura criminal de Mejía Mejía, asesinado en 2014, se dedicaba a transportar droga desde Honduras a Guatemala y El Salvador.

Pese a que sus actividades estaban en la mira de las autoridades, fue hasta en 2011 que se abrió un expediente para identificar a sus socios, amigos y las operaciones que hacía.

Según las investigaciones de la DLCN, la estructura de Yuquita trabajaba con carteles locales y extranjeros en el tráfico de droga, armas y lavado de activos.

Yuquita empezó operaciones trabajando al servicio de José Israel Pineda Duarte alias Paico, pero después de unos años se independizó y estableció su propia red con la que transportó por la vía terrestre cocaína y pseudoefedrina.

En poco tiempo fue creciendo, por lo que se vio obligado a crear empresas, buscar amigos y familiares para lavar el dinero que obtenía de los ilícitos”, dijo uno de los investigadores de la DLCN.

Poco a poco los vínculos con otras organizaciones se fueron ampliando estableciendo alianzas con mexicanos, guatemaltecos y con hondureños, entre los que figuran Carlos Fernando Santos, Vladimiro Paredes Paz y otras personas con las que, según el informe, compró propiedades en Copán, Potrerillos y San Pedro Sula.

La fortuna de Mejía es incalculable. Él fue asesinado con sus dos guardaespaldas el 18 de junio de 2014 en la colonia Universidad de SPS.

Quién era

El perfil que el Ministerio Público y la DLCN tienen de Yuquita lo describe como “una persona extremadamente peligrosa, de sangre fría que todo aquello que le estorbaba o se convertía en amenaza lo eliminaba de su camino”. Era conocido por sus amigos como el Chele Rubén, siempre estuvo rodeado de guardaespaldas y era muy desconfiado.

“Fue muy calculador en sus negocios, astuto e involucró a sus familiares como testaferros para adquirir propiedades, edificios, apartamentos, fincas y casas de habitación. Por eso constituyó una empresa inmobiliaria para legalizar las operaciones fraudulentas que efectuaba amparado en los actos ilícitos”, explicó uno de los agentes.

Más bienes

La Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado, la DLCN, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) y la Policía Militar, aseguraron tres casas en la colonia Villas Mackay, tres en residencial Casa Maya y una en Merendon Hills, en San Pedro Sula; además, una casa de playa en Buena Vista, Omoa, adonde había lanchas, un yate, motocicletas y carros de lujo.

En Santa Bárbara se incautó la finca La Providencia en San Francisco, Los Valles, adonde hallaron joyas y carros blindados.