17/04/2024
07:55 AM

'Quemarán” a Mario Zelaya, la palillona y a la Ciuffardi

Los hondureños tienen listos los monigotes que incinerarán el 31 de diciembre para protestar por la corrupción en el Seguro Social.

Tegucigalpa, Honduras.

“Yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas, me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra”.

Parafraseando el tema musical que popularizó el cantante mexicano Tony Camargo, a los hondureños 2014 les dejó escándalos de corrupción que como la letra de la canción no quieren olvidar, sino que se castiguen con todo el peso de la ley.

Uno de los escándalos que marcaron la agenda de los hondureños fue el brutal y descarado saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) que ha quedado en el imaginario colectivo como el más escandaloso latrocinio de una institución pública.

Por este hecho guardan prisión el exdirector del IHSS, Mario Zelaya; los directivos Carlos Montes y Javier Pastor; el gerente administrativo José Ramón Bertetty; Michelle Rojas y Natalia Patricia Ciuffardi, esta última en su natal Chile.

Foto: La Prensa

Hasta el edificio del Seguro Social será “quemado” la noche del 31 de diciembre.
A la hoguera

Además se encuentran prófugos y con órdenes de captura el exjefe de Compras del IHSS, José Alberto Zelaya; su amante Ilse Vanessa Molina; John Charles Bográn y Gabriela María Laínez Reina.

Justamente por ese motivo, este año los capitalinos del sur de la ciudad, con un agudo sentido crítico han decidido que los villanos de este año que deberán pasar por la hoguera son el exdirector del IHSS, Mario Zelaya; su amante, la chilena Natalia Patricia Ciuffardi; y la expalillona Ilsa Vanessa Molina.

Por esta vez obviaron llevar a la hoguera al mandatario de turno y algunos de sus malos funcionarios y optaron por inmolar a los principales responsables del latrocinio en el IHSS.

Haciendo acopio del buen sentido del humor y de la crítica sana, también quemarán una de las ambulancias sobrevaloradas del Seguro Social, justamente porque esa fue la punta de la madeja para destapar la olla de corrupción en esa institución.

La quema del monigote del año viejo es una tradición que se mantiene viva en la capital del país y sus alrededores y representa una forma de espantar y exorcizar los demonios que los aterrorizaron durante el año que está a punto de culminar.

El “pichingo” del año viejo se rellena de petardos y se quema en la medianoche del 31 de diciembre, en medio de la algarabía de los asistentes, la mayoría vecinos de la localidad de Germania y sus alrededores.

Luis Lagos es un joven tapicero que con sus dos hermanos Alejandro y Pablo ha hecho de la elaboración del monigote una tradición todos los años.

Él comentó a LA PRENSA que este año se decidieron por tres de los personajes más emblemáticos el robo en el IHSS y una de las ambulancias hechizas porque es una “represalia de los hondureños contra estas personas que saquearon el Seguro”.

Foto: La Prensa