Tegucigalpa, Honduras.
El exdirector de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, finalmente aceptó su destitución y decidió salir anoche de su oficina en el cuartel de Casamata luego de recibir el acuerdo de destitución firmado por el presidente Juan Orlando Hernández.
Haber admitido su separación finalmente sofocó los conatos de huelga de policías que se estaban generando desde que la noche del jueves pasado cuando el ministro de Seguridad, Arturo Corrales, anunció que era separado como parte de un proceso de reestructuración de la entidad y que era reemplazado por Félix Villanueva.
A las 9:04 de la noche del viernes salió custodiado del que fue su despacho por 11 meses en medio del ulular de las sirenas de la caravana de su seguridad.
“Traspaso de mando, hoy (ayer) está ocurriendo”, dijo el ministro Corrales a la emisora HRN, aunque aclaró que este acto protocolario se realizaría entre el lunes y martes de la presente semana.
El nuevo director de la Policía Nacional fue visto ayer al filo de las 10:00 am entrando a Casamata y luego de 15 minutos salió.
Corrales dijo que el Presidente arribó a Honduras procedente de Nueva York cerca de las 8:30 de la noche y que posteriormente tuvo una reunión con los miembros del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad donde, entre otras cosas, se le notificó que la Policía Nacional trabajó de forma normal durante su ausencia.
El presidente Hernández dijo el viernes desde Nueva York que la destitución de Ramón Sabillón se hizo por un “replanteamiento en la política de seguridad”.
Mientras los rumores de una crisis policial aumentaban, Corrales afirma que dialogó telefónicamente con Sabillón en términos cordiales.
“Yo he estado en comunicación con él desde el día de ayer ( viernes)... La amistad es sincera entre los dos”.
Sabillón se resistió a acatar la orden verbal de dejar el cargo dada por medio de un emisario por el ministro de Seguridad, ya que exigía que la misma fuera escrita y firmada por el gobernante.
Según Corrales, los mandatarios giran instrucciones directamente por medio de sus ministros, “en este caso fui yo” (el que comunicó de la destitución), “pero eso es lo más normal”.
Se conoció que este problema entre Corrales y Sabillón fue aprovechado por un grupo de oficiales para organizar una protesta en postas policiales en supuesto respaldo al exjerarca policial que finalmente no prosperó.
Quienes azuzaron a los distritos policiales son parte de un grupo que está a punto de ser separado y que pretendía frenar sus separaciones, dijo una fuente.
