24/04/2024
12:02 AM

Julio Visquerra, el pintor que 'rinde culto” a la belleza

Tiene una trayectoria de casi 60 años en la pintura. Su vida en Europa le amplió su visión artística.

San Pedro Sula, Honduras.

Es sin duda alguna, uno de los más grandes artistas que ha visto nacer la tierra catracha. Ha representado sobre todo lo alto a Honduras en varios países de América y Europa, mostrando así el talento y la riqueza de nuestra cultura.

El pintor Julio Visquerra es un olanchitense nacido en Hacienda Las Flores, en el año de 1945. Y aunque en su niñez nunca dió muestras de inclinarse por el arte, en la actualidad es uno de los pintores nacionales que más se ha destacado en el exterior.

Cuando era muy pequeño se mudó a la ciudad de La Ceiba, donde estudió en las escuelas Luis Landa y Francisco Morazán. El tiempo en que se dedicó a vender libros y a restaurar antigüedades le dio la oportunidad de conocer museos, galerías de arte y pintores nacionales y extranjeros.

De allí surgió en él la inquietud de convertirse en lo que ahora es: uno de los más grandes y reconocidos artistas de Honduras en el mundo. Realizó sus estudios de pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Comayagüela y posteriormente continuó en Nueva York y España. Residió por veinte años en Europa y regresó al país para pintar infinidad de cuadros excepcionales que encuentran mercado dentro y fuera de nuestras fronteras.

Foto: La Prensa

La “Virreyna” (2016), alusivo a personajes nobles de la época de la conquista.
En 1966 en Barcelona, se matriculó en una escuela de arte en donde figuró como único latinoamericano entre 2000 alumnos de diversas partes del mundo. Se conectó con el movimiento catalán de pintura, música y teatro. Siempre ha tratado de vincular su trabajo con el teatro.

Aunque en la actualidad no ha vuelto a incursionar en ese arte, su trabajo es muy teatral. A través de sus viajes a importantes centros de bellas artes de España y Francia, el pintor Visquerra pudo impregnarse de la influencia cultural y artística de esos países, lo que ha enriquecido aún más su estilo y tendencia en la pintura.

Cuando Visquerra regresó de Europa a Honduras en 1987 se dejó llevar por el colorido del trópico, las frutas, las montañas, la vegetación y vivencias junto al mar, ya que “siempre he querido mostrar mi propia identidad través del entorno”.

“Las exposiciones son puestas en escena, es decir la gente que las observa entra en una escenografia”. Esta manera de interpretar su obra captó la atención de todos los medios de comunicacion durante su primera exposicion individual realizada en Barcelona, en la década de los sesenta.

Foto: La Prensa

“La Dama con canasto” (1998), colección privada de Alma Ramos.
En Louvre

A lo largo de su larga carrera, el mayor premio que ha recibido como artista fue exponer a través de la Fundación Colas en el prestigiado Museo de Louvre, en París. Cada dos años, esta fundación selecciona de entre 350 artistas del mundo, a tres de ellos para que sus obras formen parte de su colección.

En el 2011 la obra del célebre artista se expuso desde la primavera al otoño en el Museo de Louvre, museo nacional de Francia, consagrado al arte anterior al impresionismo y artes decorativas. Es uno de los más importantes del mundo.

“No hay artistas vivos ni del siglo XX, mucho menos del XXI, que formen parte de alguna exposición por itinerante que sea en el Museo de Louvre.

“Mi obra fue expuesta a través de la Fundacion Colas y Cartier entre más de 200 cuadros que forman parte de su colección privada”.

Debido a sus estudios realizados en Europa, sus pinturas tienen una fuerte influencia de ese continente. Se inclina por los estilos del renacimiento italiano y barroco español.

Foto: La Prensa

“Conquistador” (2015) obra exhibida en Panamá durante una exposicion del pintor.
Visquerra, que inició pintando realismo, incursionó al impresionismo y de una manera muy personal al cubismo, expresionismo y realismo mágico.

El pintor ha experimentado diferentes etapas en su carrera, donde refleja diferentes estilos y tendencias que él describe como “décadas”.

“Cada diez años, de una manera indirecta, sin ninguna premeditación, he pasado de una etapa a otra, sin dejarme influenciar por ningún pintor, porque siempre he querido manifestar mi propia personalidad como artista, pues cada quien como individuo tiene una manera diferente de expresarse”.

Un elemento básico de la composición visquerreana es la presencia de las frutas delicadamente hechas, incluso con detalles naturalistas que a criterio del artista, representan el deterioro humano, la decadencia del poder, el proceso de la vida y la muerte.

Ha experimentado con varias técnicas pero fundamentalmente trabaja óleo sobre lienzo; se inclina por los colores primarios, los cuales mezcla para tener una mayor riqueza en su colorido, lo que le da a sus obras un toque carnavalesco, frescura y alegría.

Visquerra expone en la Galería Sixtina, en Valle de Ángeles, que es de su propiedad y escenario para exhibiciones y conciertos de artistas reconocidos y para dar a conocer valores emergentes.

Nació con la idea de darle a ese pueblo turístico un empuje cultural de gran nivel. La puesta en escena de cada obra y el montaje de los lienzos que muestra, la hacen un sitio único para el arte.

Destacados coleccionistas

Sus obras forman parte de las colecciones privadas del rey Don Juan Carlos y Doña Sofía de Borbón, España, y del príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, actualmente rey de España.

Ha sido invitado a exponer al principado de Mónaco y por el Monchehaus Museum de Goslar, Alemania.

Las creaciones artísticas de Visquerra se exponen de manera permanente en el Museo de Harvard, USA; Museo de Las Américas, Washington; Museo de Antequerra, España; Fundación Colas, Francia; Museo de Córdova, España; Museo Gosle, Alemania; colección privada en El Pentágono, Washington y en la Galería Nacional de Arte, Honduras.

“Exhuberancia tropical”

Sus casi sesenta años de trayectoria como pintor, Julio Visquerra los encierra en su libro Exhuberancia Tropical, publicado en 2010; el artista realiza un recorrido a lo largo de su vida y la satisfacción de culminar su carrera, y lo plasma en esta obra editorial y visual.

Visquerra expone en su libro el significado y estilo de sus creaciones.

Esta obra es un compendio de tres etapas: El trópico, que simboliza la riqueza natural del país; Las máscaras, porque a su criterio, todos tenemos un lado bello que mostrar y otro que ocultar y La conquista, representada con armaduras y yelmos, en la que exhibe la fortaleza del ser humano.

El artista muestra a la mujer como figura principal del libro, ya que “se presta para la ornamentación que realizo en los cuadros, ella representa una alegoría a la fertilidad y belleza en sus diferentes temáticas”.

“El legado que me gustaría dejar es la huella de un buen trabajo artístico y sólido en donde las futuras generaciones puedan apreciar la trayectoria de un pintor que se esforzó por proyectar la cultura y belleza natural de su país, Honduras.”