El Ministerio de Defensa de Japón ha anunciado la firma de un contrato para la compra de hasta 400 misiles Tomahawk de Estados Unidos con el fin de fortalecer sus capacidades disuasorias de forma temprana y desde la distancia.
Indicó que estas acciones “pusieron en peligro la vida de decenas de marinos inocentes y siguen perturbando el libre flujo del comercio internacional” en el que es el ataque vigésimo cuarto contra la navegación mercante en el sur del Mar Rojo desde el 19 de noviembre, según Estados Unidos.
Según el Péntagono, los misiles y los drones fueron lanzados por los rebeldes hutíes de Yemen contra embarcaciones en el mar Rojo en apoyo al grupo Hamás.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dio por hecho que el buque ruso se hundió y comentó, con sarcasmo, el buen trabajo de las fuerzas armadas de Ucrania.
Ashkalon, Israel, cerca de la frontera con Gaza. Esto no es vida. Ni para los israelíes ni para los palestinos. Es en lo único en que los dos pueblos están de acuerdo.
La interceptación de estos drones y misiles se produce en un contexto de crecientes temores por parte de Washington sobre la implicación directa de Teherán